la lacra de las fiestas

Los cinco acusados por la violación múltiple están a la espera de juicio

El fiscal solicita 22 años y diez meses de prisión para cada uno de ellos

Furgón policial en el que fueron conducidos a los juzgados de Navarra los acusados de la violación múltiple, en julio del año pasado. / EFE / JESÚS DIGES

Los cinco procesados por la violación múltiple sucedida en los pasados Sanfermines se encuentran en prisión a la espera de juicio, que comenzará tras el verano. Ya conocen las peticiones de pena de las acusaciones; la fiscalía solicita 22 años y diez meses de prisión para cada uno de ellos, mientras que la defensa de la joven madrileña reclama 24 años y nueve meses de cárcel para los integrantes de “manada”, como solían autodenominarse los procesados en las redes sociales.

La fiscalía ha considerado los hechos como una agresión sexual continuada, y ha desechado la opción de solicitar para cada acusado una pena por violación y otras cuatro por cooperación. De esta forma, podría haber llegado a reclamar hasta 75 años de prisión para cada uno. Su versión difiere sustancialmente de la tesis de la defensa, que pedirá la absolución al considerar que se trató de sexo consentido.

SUPERIORIDAD FÍSICA Y NUMÉRICA

El Ministerio Público considera probado que los jóvenes tuvieron desde el inicio la intención de mantener relaciones sexuales con la joven, sin que ella lo supiera, y tras acompañarla camino al coche “se hicieron valer de su superioridad física y numérica” para violarla en repetidas ocasiones en un portal. La víctima, subraya la fiscalía, “no pudo ejercer la más mínima resistencia ante el temor a sufrir un daño mayor, ni huir del lugar”.

La acusación particular que ejerce la familia de la víctima reclama también una indemnización de 250.000 euros para la joven agredida por los daños ocasionados. La chica sufre un trastorno de estrés postraumático y actualmente recibe tratamiento psicológico, por lo que solicitará testificar por videoconferencia.

En la investigación ha resultado clave el móvil que el agente Antonio Manuel Guerrero Escudero cedió a la investigación en Pamplona, según informa Julia Camacho. El aparato contenía pruebas de las tropelías de los acusados, y fue determinante para vincular a cuatro de ellos con otro presunto caso de abusos sexuales, esta vez en Pozoblanco (Córdoba), donde el joven estaba destinado.

En un chat de Whatsapp, se reían y presumían de un vídeo donde se apreciaban los tocamientos realizados en el interior de un coche a una chica que parecía semiinconsciente. Los acusados ya han prestado declaración ante el juez de Córdoba que instruye el caso, aunque rechazan la principal prueba de cargo al entender que no hubo autorización para obtener este video.