Antoni Mas, el 'Madof catalán', pidió hace unos días declarar voluntariamente ante la jueza que se encarga de investigar la supuesta estafa. Lo hará este martes y es de suponer que mantendrá la versión que ofreció a los Mossos el pasado mes de mayo y en la que se inculpó de un presunto fraude que podría alcanzar los 200 millones de euros a grandes y pequeños inversores, a los que le ofrecía como gancho un interés de alto rendimiento (hasta el 60%). Tras declarar ante la policía autonómica, este promotor musical pasó a disposición del juzgado. El fiscal pidió entonces prisión provisional, pero se le impuso la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y una comparecencia mensual. Él dice que ha devuelto mucho dinero, pero todavía le queda por devolver
EN BUSCA DE INVERSORES
La autoinculpación, en la que negó la estafa piramidal y calificó el mecanismo como “carrusel de facturas”, llegó tras perder una demanda de la empresa Publipro, propiedad de Luis Pascual Franquesa (hijo del exjuez Luis Pascual Estevill), que le condenó a pagar más de 18,5 millones de euros, y antes de otras denuncias que se han presentado contra él. Pascual Franquesa y el grupo Auriga, a través de su filial Finalter, también le acusan a través de la vía penal de apropiarse de dinero, entre otros delitos. Mas captaba inversores ofreciéndoles participar en la adquisición de aparentes espacios publicitarios ya vendidos a grandes empresas. Los contratos eran falsos. Con el dinero conseguido, al final, lograba pagar los intereses y, en algunos casos, el capital. Hasta que la pelota se hizo inviable y le llovieron las demandas.