Una de cada cinco familias han dejado de enviar a sus hijos de colonias por la crisis

200 entidades crean una plataforma para reivinidicar la función educativa de los campamentos

Los expertos advierten de que no participar en estas actividades afecta a la equidad entre alumnos

Dos niñas se hacen la cama en la casa de colonias de la Conreria, en Tiana (Maresme), el pasado agosto. / JORDI COTRINA

Una de cada cinco familias catalanas han dejado de llevar a sus hijos de colonias escolares desde el inicio de la crisis, fundamentalmente por razones económicas, pero también por cuestiones culturales. El descenso, mucho más acusado en las escuelas públicas que en las concertadas o privadas, es visto con preocupación por parte de las autoridades educativas y de los responsables de asuntos sociales, que temen que la renuncia a enviar a los niños de campamentos o estancias educativas fuera del colegio, "pueda tener efectos negativos sobre la equidad y la igualdad de oportunidades entre alumnos", ha admitido Jordi Miró, director general de Atención a la Familia y la Comunidad Educativa de la Generalitat.  

En torno a 200 entidades vinculadas al sector del ocio educativo han presentado este lunes una declaración conjunta para recuperar las colonias escolares, por su valor pedagógico, social, cultural y económico. La plataforma constituirá un grupo de trabajo con la Conselleria d'Ensenyament "para diseñar un proyecto consistente que permita detectar necesidades y tratar de darles respuesta sin duplicar esfuerzos", ha señalado Miró, que se ha fijado un plazo de un año para tener listo un primer documento.

"Las colonias son mucho más que un tiempo con el que rellenar los días de vacaciones de los niños o una herramienta para que las familias puedan conciliar", ha subrayado Marta Vilalta, directora general de Joventut, que ha firmado un convenio de apoyo al proyecto.

No solo la crisis ha pasado factura al sector. También las dificultades en las condiciones de trabajo de los profesores (que han visto aumentada su carga lectiva estos años) y las ataduras organizativas y académicas con que se han encontrado los centros docentes han sido trabas para que algunos colegios hayan ido descartando las salidas a casas de colonias, granjas escuelas, aulas de naturaleza o albergues juveniles. "Las escuelas han de vernos como un agente educativo con el que colaborar o complementar el curículo", ha señalado Pere Mulero, presidente de la Asociación Catalana de Empresas de Ocio, Educación y Cultura (Acellec), una de las impulsoras de la plataforma, bautizada con el nombre de 'Colonias y educación'.

"En un momento en que la escuela está siendo repensada, en el que se habla que hay que ir más allá de las paredes del aula, el papel del sector del ocio educativo es definitivo", ha agregado Joan Segarra, presidente de La Confederació, la patronal del tercer sector social de Catalunya. "Hemos escrito a unos 3.000 escuelas e institutos catalanes presentándoles nuestro proyecto y ofreciendo nuestra colaboración para las actividades que quieran organizar", ha explicado Werner Estellé, de la Associació de Cases de Colònies y Albergs de Catalunya (Accac).

Entre otros objetivos, la nueva plataforma se propone "impulsar la investigación universitaria en torno a las metodologías educativas de las casas de colonias", ha indicado Estellé, y "poner en valor la actividad económica que se genera alrededor de estas instalaciones, como yacimiento de nuevo empleo para jóvenes en paro", ha agregado Segarra. "Son además, un patrimonio de Catalunya, un modelo que históricamente ha contribuido a la cohesión social", ha remachado Marta Vilalta.