El Servei Català de Trànsit (SCT) ha puesto en funcionamiento este viernes en la carretera N-2 dos nuevos radares (Alt Empordà) para reducir la velocidad excesiva y la siniestralidad.
Según ha informado en un comunicado el SCT, se ha instalado uno en cada sentido de la marcha y controlarán un tramo de 2,92 kilómetros de longitud, en los que la velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora.
El control se basa en el reconocimiento de matrículas al inicio y final del tramo para medir el tiempo del recorrido y calcular la velocidad media para ver si se ha superado la permitida.