Un grupo formado por seis personas terminaron una celebración familiar en los calabozos de los Mossos d'Esquadra. Anoche se encontraban de fiesta en L'Hospitalet de Llobregat y provocaron altercados en un bar en el que se negaron a servirles la última copa.
La pandilla, a las tres menos cinco de la madrugada, quiso acceder a un local en el que los dueños -un hombre y una mujer- les informaron de que había llegado la hora de cerrar y no podían servirles nada más.
No lo aceptaron por las buenas e incluso sacaron navajas para hacerles cambiar de opinión. No acabó ahí la cosa. De las amenazas se pasó a los empujones y hubo también algunos golpes. Los Mossos d'Esquadra se presentaron en el lugar de los hechos y arrestaron a los violentos clientes.
Durante los cacheos aparecieron tres navajas. Los dueños de las tres armas cortantes han resultado ser miembros de la misma familia: un padre y dos de sus hijos.
Los propietarios del local sufrieron algunas contusiones de poca gravedad.