EL RACISMO COTIDIANO

"Me llamaron inferior y asquerosa"

El colegio Viaró castigará a los alumnos que reconocieron haber insultado a una joven de origen indio en los Ferrocarrils de Sant Cugat

El caso que se expone en este artículo es solo una muestra del racismo y la xenofobia que todavía imperan en algunos sectores de la sociedad catalana. En el 2015, los Mossos d’Esquadra registraron 292 denuncias por delitos de odio y discriminación, de las que 232 infracciones penales se produjeron en la provincia de Barcelona. En el 2014 fueron 301 en la comunidad, 195 en Barcelona (lo que supone un aumento del 19% respecto al año anterior).

Tehja Genard, la joven que denunció insultos racistas en un transporte público.  / FERRAN NADEU

Tehja Genard, de 20 años, denunció el pasado jueves en una carta a este diario que había recibido insultos racistas “por haber nacido en la India" por parte de un grupo de menores en un tren de los Ferrocarrils de la Generalitat sin que ningún adulto les reprochara su actitud.

La joven, adoptada por una pareja barcelonesa cuando tenía 11 meses, narró cómo unos tres chicos de entre 11 y 12 años, “vestidos de uniforme”, la calificaron en tono despectivo de “india” y añadieron: “Son todos asquerosos, chinos, moros, negros, indios, son de clase muy inferior a la nuestra, los blancos somos los mejores”, mientras otros compañeros jaleaban al insultador con gritos de “¡sí, sí, sí! riéndose”, añadió.

Según su relato, cuando uno de los chicos del grupo se atrevió a expresar su disconformidad diciendo que “a mí mis padres me han dicho que, seamos blancos, negros, chinos o coreanos, todos somos iguales”, los agresores verbales tuvieron una “actitud de desprecio hacia él”.

La joven, que cuenta que hasta entonces intentó sobrellevar la situación sin mostrar abiertamente su malestar y pensando que solo eran unos niños, estalló tras recibir un nuevo insulto por hablar en francés por el móvil. “Y oigo a todos los niños riéndose diciendo: ‘¿habéis oído cómo habla la puta negra?’. Cuelgo el teléfono, los miro y con las lágrimas casi cayendo por el rostro, les digo: ‘Niños, ¿ya está bien con esta broma no?’. Todo el tren estaba en silencio y nadie decía nada. Les digo que respeto mucho las creencias de cada uno pero que, por favor, no dijeran eso delante de mí, ni a mí. Los niños se quedaron helados y dijeron: ‘Coño, que habla español’. Con una voz muy tranquila les pido por favor que se vayan. Y se levantaron deprisa y se fueron”, relató en su carta a EL PERIÓDICO.

MUESTRAS DE APOYO

La revelación del incidente a través de la carta ha generado una ola de reacciones de solidaridad que Genard agradece mucho. “No esperaba tanta repercusión, ni pretendía tanta atención. Solo quería escribir una carta para explicar lo que me había pasado, pero es genial que la gente le haya dado la vuelta a la situación y me haya mostrado su apoyo”. Incluso otros lectores, en cartas a Entre Todos, se han solidarizado con la joven y han recordado que “la mala educación de unos pocos no es la de todo un colegio”.

El incidente racista, que ha tenido repercusión en otros medios de comunicación, fue protagonizado por alumnos del colegio Viaró, un centro concertado de Sant Cugat vinculado al Opus Dei.

La escuela, contactada por este diario, ha explicado este martes que estudia la sanción que aplicará a los tres alumnos. El centro abordó el incidente este lunes en una de las asambleas habituales que realizan cada semana y afeó el comportamiento de sus estudiantes, a quienes aún no había identificado.

Fueron los propios alumnos implicados quienes más tarde se presentaron voluntariamente ante el director y admitieron su culpa, según ha explicado el director de comunicación de la escuela, Pablo Lozano. El propio Lozano rechaza que haya habido anteriores incidentes por racismo en Viaró y recuerda que él mismo es “mulato” (su padre es guineano) y que nunca ha sufrido ningún tipo de discriminación en la escuela donde trabaja desde hace un par de años.

SANCIÓN EDUCATIVA

La escuela, explica, está estudiando una sanción para los alumnos afectados, que contemplará “unos días de expulsión y medidas educativas de tipo social”. “No queremos que sea una simple expulsión. Tiene que tener un valor educativo. Estamos educando y la educación es un camino”, ha añadido Lozano.

El director del Colegio Viaró, Joan Planagumà, logró el número de Tehja Genard a través de un conocido de ella que afeó el incidente en una carta al centro. Y la ha llamado este martes y se ha disculpado en nombre del centro. El docente, que había anticipado a alguna emisora de radio este pasado lunes que parte del posible castigo podía ser que fueran los propios estudiantes implicados quienes pidieran perdón a Genard, ha avanzado a la afectada que estaban ya estudiando cómo responder a este acto racista, pero no sugirió esta opción, según la joven.

El director, que ha reiterado sus excusas públicamente y ha invitado a Genard a conocer el centro educativo, ha tratado de hacer ver a la joven que eran incidentes que habían sucedido “fuera de la escuela”, donde, dijo, “no se admitían esos comportamientos”.

Para Genard, que estudió en colegios concertados de la zona alta de Barcelona, los valores fuera de la escuela son los mismos que dentro de ella. "En otras ocasiones he visto a chavales haciendo bromas crueles a sus compañeros amenazándoles con tirarles la mochila y cosas así. Y eso en mi colegio no se hacía”, recuerda.

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