La insuficiente financiación, el precario sistema de becas y el envejecimiento de las plantillas de profesores. Con pocos matices de diferencia, estas son las prioridades de gobierno para los siete candidatos que optan a convertirse en el futuro rector de la Universitat de Barcelona (UB). Este miércoles han comparecido en un acto conjunto para presentar sus programas y han acabado coincidiendo, quien más y quien menos, en diversas propuestas.
El primero en intervenir, el catedrático de Metodología de las Ciencias del Comportamiento Joan Guàrdia, ha afirmado que trabajará por estabilizar las plantillas tanto de profesorado como de personal de administración y servicios (PAS), que creará un modelo propio de universidad para "promocionar a los profesionales y captar talento", y que fomentará la capacidad de decisión de los estudiantes.
David Vallespín, catedrático de Derecho Procesal, ha apostado por un modelo de universidad de carácter "público, catalán, con prestigio docente y sostenible", que fomente la investigación combinándola con la tradición de la UB. También tratará de conseguir una financiación pública suficiente y estable, además de dignificar la situación del profesorado y el PAS.
El catedrático de Bioquímica Rafael Franco ha reivindicado el valor de la UB como la segunda más antigua de España, "recuperando la ilusión y el orgullo de pertenecer a ella". Uno de sus propósitos es fomentar la igualdad de oportunidades por razón de género con la creación de un vicerrectorado específico.
Los comicios más concurridos desde la fundación de la UB en 1450
La campaña electoral empieza este jueves y concluirá el día 24. La primera vuelta de las elecciones será el lunes, 28 de noviembre. En el caso de que ninguno de los candidatos obtenga en esa primera ronda mayoría absoluta, habrá una nueva cita con las urnas el 1 de diciembre, cuando los electores deberán elegir a un candidato entre los dos más votados. Será proclamado rector el que, de ellos, saque un mayor número de apoyos.
Joan Elias, catedrático de Matemáticas, ha denunciado que en la actualidad la Universitat de Barcelona está "intervenida, no es autónoma, su capacidad de decisión está limitada y desconoce dónde va". También Elias persigue "recuperar el orgullo de pertenecer a la UB", y para ello propone internacionalizar la docencia.
El químico orgánico Màrius Rubiralta, que ya fue rector de la UB, ha defendido que el futuro de Catalunya "pasa por el sistema universitario". Propone crear una UB "fuerte, cohesionada, y defensora del modelo público de universidad que necesitamos, defensora de la excelencia y la equidad".
Eduardo Mariño, catedrático de Farmacia y Tecnología Farmacéutica, ha asegurado que, si su candidatura gana las elecciones, "hará una política transparente, sin equilibrios para gobernar" y ha explicado que antes de "hacer promesas grandilocuentes necesita conocer el estado real de la UB".
El catedrático de Ética Norbert Bilbeny ha explicado que pretende "mejorar el valor de la universidad pública en general y que la UB sea paradigma de ello". Según Bilbeny, la UB no debe regirse por "liderazgo empresarial", sino como un "servicio público" y su objetivo es situarla en un plazo de entre ocho o 10 años entre las 20 mejores universidades europeas.