Girona alerta de que el plan de sequía puede acabar con el Ter

Municipios y ecologistas ven insuficiente la previsión hecha por la Agència Catalana de l'Aigua

El 70% del caudal se destina en la actualidad a abastecer el área metropolitana

La desembocadura del río Ter en Torroella de Montgrí, la semana pasada. / JORDI RIBOT / ICONNA

Cuando el Ter llega a su desembocadura, en Torroella de Montgrí, apenas tiene fuerza para frenar la entrada del mar porque lleva un caudal escaso. Esta falta de agua, desde hace años denunciada por entidades ecologistas, regantes y municipios de Girona, se ha agravado ahora con el plan de sequía (PES) impulsado por la Agència Catalana de l’Aigua (ACA). Lo que era un conflicto de intereses se ha convertido en "un problema de país", denuncian los afectados.

Las discrepancias nacen del volumen de agua que se deriva para abastecer al área metropolitana de Barcelona. El gerente del Consorci del TerPonç Feliu, organismo que aglutina a más de 60 ayuntamientos y entidades, afirma que si el abastecimiento de la capital catalana “ya supone ahora desviar de media el 70% del caudal del Ter”, la activación del PES equivaldría a dejar el "río seco".

“El problema es que el abastecimiento de agua para el área metropolitana no se puede basar solo en el Ter”, denuncia Dani Boix, de la Associació de Naturalistes de Girona.

Al plan de sequía, que ha motivado y reabierto el debate público, se han presentado una treintena de alegaciones. Entre ellas, del Ayuntamiento de Barcelona, que se suma a la petición de que se "vele por la calidad de los caudales ecológicos" de los que se nutre la ciudad, "especialmente del Ter" y que se potencie el aprovechamiento de los recursos hídricos alternativos, como el agua freática y el agua regenerada. 

La ACA insiste en que el PES es una herramienta de planificación para gestionar situaciones de sequía y que “su activación no es inmediata”, sino que prevé empezar a actuar ocho meses antes de entrar en un periodo de sequía.

“En el caso del Ter -prosigue la ACA-, el esfuerzo del plan es notorio, ya que buena parte de los recursos conseguidos con las nuevas actuaciones e infraestructuras (desalinización, reutilización y pozos recuperados) se invierten en reducir los impactos sobre el río". 

Sin embargo, el presidente del Consorci del Ter, Joaquim Roca, solicita que se busque “una estrategia" que permita disponer de un caudal regular y ecológico. “Es necesario un replanteamiento y acuerdo a nivel de toda Catalunya", insiste Roca.