Marc Marín tenía claro desde pequeño que era un niño. "Yo ya con cuatro o cinco años vestía como un crío. Mi madre me vestía con vestidos femeninos y yo no quería; me llamaban por el nombre femenino que he tenido siempre y me sentía mal", relata. Durante unos años pensaba que era lesbiana, porque le gustaban las mujeres y vestía como un niño. Pero no era eso. Cuando supo que era transexual comenzó a informarse.

Por circunstancias de la vida no se decidió a hacer la transición hasta hace poco. "A veces no lo haces por lo que te rodea en general, la sociedad... Casi siempre es por miedo, por el qué dirán''", explica. No quiso pasar por el UIG para no tener que esperar tanto. Ahora afronta el cambio con ganas. "Busqué chicos y personas trans y vi que estaba Trànsit". Encontró el nombre de su cofundadora y ginecóloga, Rosa Mirall, y pidió cita con ella. Desde entonces está viéndose con la especialista, el médico de familia y la psicóloga del servicio. Mañana tiene cita con la terapeuta.Todavía no ha comenzado a hormonarse. Aunque ya tiene la receta, reconoce que tiene "algo de miedo". El siguiente paso será la operación, para la que está ahorrando. "Más vale tarde que nunca", dice.