El Parlament acogerá a partir de este miércoles un pleno monográfico sobre emergencia social y reactivación económica. Es el segundo pleno sobre la pobreza en tres años. En el recuerdo queda el del 2014, un fiasco marcado por el anuncio que el Govern hizo antes de que empezara, el de que de la reunión no saldría un solo euro adicional para política social. Lo advirtió el entonces portavoz, Francesc Homs. Y tuvo razón.

Esta vez la situación es algo distinta. JxSi se dice dispuesto a un punto de inflexión en la política social, un discurso totalmente distinto al de la anterior legislatura. Pero, como entonces, un problema de dinero marcará la reunión. Sobre la mesa, el plan de choque social, con patas en salud, educación y política social, con una inversión prevista de 270 millones de euros y unos presupuestos por aprobar. Para que eso pase, JxSí debe alcanzar un acuerdo con la CUP, que, a la vista de las últimas semanas, no duda en poner en aprietos a la coalición, votaciones perdidas incluidas.

El mensaje de JxSí será claro: sin presupuestos es muy difícil aplicar el plan de choque social y prácticamente imposible materializar sus principales novedades en inversión de recursos: 70 millones de euros más para la renta mínima de inserción (RMI) y 50 millones más para la atención a los dependientes. Fuentes de JxSí explican que el mensaje será inequívoco: para que ese dinero se sume a la inversión social tiene que haber nuevas cuentas. Y para eso, la CUP tiene que estar dispuesta a un pacto.

Si no hay nuevos presupuestos, los 270 millones del plan deberían ser detraídos de otras partidas de la Generalitat, lo que se antoja difícil o muy difícil.

ENMIENDAS DE LA CUP

El pleno empieza este miércoles por la mañana y termina el jueves, con la aprobación de las resoluciones. Fuentes de JxSí se muestran abiertas a pactar resoluciones con la CUP, aunque esta ya ha dado a conocer las suyas, muchas de las cuales parecen un plato de imposible digestión para sus socios potenciales: rechazar la reforma laboral aprobada en el Congreso en el 2012 con los votos de CiU; apostar por una subida fiscal en sucesiones, patrimonio y el tramo autonómico del IRPF; renegociar la deuda de la Generalitat, con auditoría ciudadana de la deuda; implementación de una renta básica incondicional, y ordenar que los Mossos no participen en desahucios, entre otras propuestas.

PUIGDEMONT, MUNTÉ, BASSA

El pleno lo abrirán los grupos que reclamaron su celebración, el PSC y Catalunya Sí que es Pot, y durante su desarrollo tomarán la palabra el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y  varios 'consellers'. Entre ellos la titular de Treball, Afers Socials i Famílies, Dolors Bassa; la de Governació, Meritxell Borràs, y la de Presidència, Neus Munté, que este martes ha asegurado que el Govern afronta el pleno “con realismo y voluntad de llegar a acuerdos en las resoluciones”. “Con realismo” quiere decir sin dinero. Munté también dio cuenta del porcentaje de cumplimiento de las resoluciones del 2014: un 86%. Teniendo en cuenta que aquellos acuerdos fueron de mínimos, el porcentaje es lo de menos.