SETCASES

Verde paisaje de juventud

Silencioso y poco concurrido en verano, es un lugar ideal para evadirse de la rutina urbanita y disfrutar de la naturaleza, tal y como recomienda Jordi Gascón

Vista de Setcases desde La Creueta. / JOAN CASTRO / ICONNA

Uno sabe que ha llegado a Setcases cuando ve la rotonda a la entrada y distingue las siete viviendas y la iglesia que recrean a pequeña escala los orígenes de este pueblo de la comarca del Ripollès. El conde Sunifred de Besalú fue el primero en dejar por escrito la leyenda en torno a su creación allá por el año 965, y contaba que una familia de ganaderos, un hombre ciego y sus siete vástagos, subieron un día a la montaña para que las ovejas pastaran. Al poco empezó a nevar y el padre explicó a los hijos que debían descender hasta donde encontraran un saúco florido; de lo contrario la hierba quedaría cubierta de nieve y sus ovejas morirían de hambre. Y allí donde hallaron el primer arbusto, cada uno de los jóvenes construyó una cabaña. Siete cabañas, siete casas. Lo cierto es que no le dieron muchas vueltas al nombre. Sencillo, directo, casi publicitario. Este es el rincón favorito de Jordi Gascón, quien lo frecuenta desde hace 34 años, cuando lo visitó por primera vez, con 15.

Este sexólogo barcelonés pasó parte de su adolescencia y juventud entre estas viviendas rurales de piedra -más numerosas que al principio, aunque no mucho-, subiendo y bajando las pendientes, pronunciadas en algunos puntos, y familiarizándose con el laberinto de callejuelas. Conserva gratos recuerdos de aquellos tiempos, cuando los chavales, autóctonos y veraneantes, quedaban en La Taverneta y salían a pasear por los aledaños. Y a partir de los 17 empezaron a bajar a Camprodon, tentados por las discotecas.

Ahora, Jordi  solo viene en verano. Si bien en las horas más críticas el sol azota con vehemencia, la temperatura suele ser agradable, en parte favorecida por el viento del Pirineo. Y qué decir del verde de la vegetación que crece por doquier y que mantiene todo el entorno con esta coloración, con distintos matices, que tanto atrae a Jordi. Él se siente parte del pueblo, algo así como un hijo adoptivo. O un nieto, puesto que el grueso de su población, de cerca de 200 habitantes, está envejecido. Quizá por eso se realiza anualmente la ya tradicional fiesta de homenaje a las personas mayores.

Este lugar tan silencioso y poco concurrido en verano, aunque parece cobrar vida con la tímida presencia de turistas -básicamente catalanes y del resto de España-, resulta ideal para evadirse de la rutina urbanita. Aquí la tranquilidad permite leer, escribir, inspirarse y, en definitiva, hacer aquellas cosas que no se hacen durante el resto del año debido a las agendas apretadas, los compromisos y, por qué no reconocerlo, la desidia y el cansancio acumulado. Cualquier montículo, como el mirador de la Creueta, puede ofrecer magníficas vistas de este genuino paraje y, en estas condiciones, es difícil no tomar conciencia de la grandeza de la naturaleza en comunión con el hombre.

Pero si lo que se pretende es ejercitar el cuerpo al tiempo que se descubren paisajes recónditos, Jordi recomienda excursiones por las rutas que llevan al salto del Cosí d'en Batlló, ideales para niños por su ligera inclinación; a la Collada de la Balmeta, donde hay un prado en el que pace el ganado; y a Tregurà, cuyo recorrido se alarga hasta las tres horas.

Habrá, no obstante, quien prefiera la playa. Para ello se ha habilitado en la ribera del río Ter -audible en toda la localidad por su fuerza al chocar contra las rocas- una porción arenosa en la que diversas familias tienden sus toallas e incluso clavan las sombrillas. El que no se conforma es porque no quiere.

ACCESO

Desde Barcelona, por la C-17 en dirección Parets/Vic/Puigcerdà. Antes de llegar a Ripoll, girar hacia Camí Reial/C-26 y tomar la N-260 hasta que se convierte en C-38. Al llegar a Camprodon, coger la GIV-5264 y seguir indicaciones.

ALOJAMIENTO

Hotel La Farga, a la entrada del pueblo, entre 75 y 85 euros con almuerzo. Hostal La Cabanya, 73 euros con desayuno.

LUGARES DE INTERÉS

La estación de esquí Vallter 2000 es el principal reclamo en invierno. Durante todo el año se puede recorrer rutas de senderismo o visitar Camprodon.

LA POBLACIÓN

Hasta dos tercios de las viviendas de  Setcases son segundas residencias.

información turística: http://www.setcases.cat

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