El Congreso aprobará previsiblemente la nueva Ley de Montes, impulsada por el grupo Popular para mejorar la gestión de los espacios forestales españoles y criticada por la oposición, que considera que degrada a los agentes forestales y amenaza la conservación.
La Ley recibirá su visto bueno final en el Pleno gracias a la mayoría del PP y tras un debate de las enmiendas introducidas por el Senado. El texto ha incorporado, entre otras, las normas reguladoras del trasvase de agua a través del acueducto Tajo-Segura para cumplir con una sentencia del Constitucional.
LÍMITES A LOS AGENTES FORESTALES
Entre los aspectos más polémicos de la nueva ley destaca el hecho de que impide a los agentes forestales vigilar, investigar y llevar a los tribunales los delitos ambientales.
La norma también deja en manos de las comunidades autónomas la recalificación de los montes quemados, y elimina la necesidad de planes de gestión para los espacios forestales privados, en dos artículos que han disgustado especialmente a los ecologistas.