Eran empresarios del mismo sector y compartían asimismo una buena relación de amistad. Por eso, Àngel Montaner y Josep Borrell volaron juntos con la idea de visitar la Anuga Food Tec, referencia para sus respectivas empresas. Montaner, de 64 años y residente en Amer (Selva) era uno de los tres socios de la compañía Dinox, dedicada al diseño, fabricación y comercialización de maquinaria y equipos industriales para el sector de la higienización. Llevaba 28 años trabajando para esta firma.
Borrell era propietario de Jo-Bex-Man, empresa de Cellera de Ter que dirigía junto a su hijo, al que estaba a punto de ceder el testigo definitivamente por sus planes inminentes de jubilación. La compañía se dedica a la fabricación de maquinaria industrial. Tenía 66 años, estaba casado con una docente, y tenía dos hijos y dos nietos. Estaba muy enraizado en Anglès (Selva), donde residía. Algunas fuentes sostienen que su hijo tenía previsto tomar el mismo vuelo, pero lo descartó.