ACEPTACIÓN DEL DINERO VIRTUAL

Moneda busca usuarios

El cajero de bitcoines de Barcelona recibe una media de dos personas al día

Para el propietario de un local que acepta la moneda virtual, el 'boom' llegará con el uso turístico

Cambio de divisas 8 El primer cajero de bitcóin en Barcelona se encuentra en el local del Fabcafé, en la calle Bailèn. / DANNY CAMINAL

El robo millonario a la principal casa europea de bitcoines, Bitstamp, está todavía lejos de afectar a gran parte de la población, que empieza a conocer la existencia de la moneda de internet. Sin embargo, aunque su implantación es lenta, existe una comunidad de bitcoiners bitcoinerspendiente de la evolución de este sistema de pago, la futura moneda del turismo, según Víctor Serrano. Es propietario del primer negocio de hostelería de Barcelona que acepta bitcoines, The dog is hot, un bar de perritos calientes.

Aunque es uno de los pocos negocios en los que utilizar la moneda virtual, de momento ningún cliente ha pagado con bitcoines en el local del barrio de Gràcia. Sí lo han hecho en el establecimiento que el mismo dueño tiene en el Raval. En un año, 10 clientes eligieron esta forma de pago. Los define como «personas que están dentro del mundo tecnológico. Muchos son turistas o extranjeros».

Él es usuario de bitcoines desde hace dos años y está seguro de que a largo plazo el sistema se universalizará. «Aún es muy pronto, pero el bitcóin se va a posicionar como moneda turística y va a funcionar muy bien en Barcelona», dice convencido. No es el único que augura que el boom del bitcóin llegará con un uso ligado al turismo, ya que esta forma de pago permite evitar trámites y tasas relacionados con la gestión de moneda en los viajes: el cambio o la limitación de entrada de dinero en efectivo en un país. «Muchos trámites se quedan en gasto cero si tienes una cartera digital, ya que tú manejas tus bitcoines como quieres sin ningún tipo de barrera».

Con cámara de seguridad

En Barcelona existe un cajero que permite cambiar bitcoines por euros y, viceversa, ingresar euros para convertirlos en moneda virtual. Se encuentra en el local del Fabcafé, un centro de coworking en la calle Bailèn de Barcelona. Según un miembro del centro, por el cajero pasan diariamente una media de dos personas. Como cualquier otro cajero dispone de una cámara de seguridad y está conectado a la empresa que lo gestiona, BTC Point, por si es necesario ingresar euros o vaciar la máquina en algún momento del día.

Serrano ha recibido dos propuestas para instalar un cajero en su negocio de bocadillos, algo que por el momento ha descartado por falta de espacio y porque no ve claro poner un cajero en un espacio de hostelería. Pero no lo descarta a largo plazo, ya que reconoce que una de las claves del uso de bitcoines es la presencia de cajeros. «La gente aún está aprendiendo a utilizar esta forma de pago y faltan cajeros, todavía hay quien desconfía de un dinero que no existe físicamente», dice.

Los usuarios a cuentagotas del cajero de la calle Bailèn representan el germen de una forma de entender el intercambio de dinero ligada al activismo. Para Serrano, uno de los principales motivos por los que recomienda el uso de bitcoines u otras monedas de intercambio ajenas a la centralización bancaria es que sirven para «empoderar al pueblo». «Todas las monedas que no sean controladas por un banco central y escapen a los impuestos de los bancos corrientes son buenas para la sociedad», sostiene este usuario, que explica que la implantación del sistema de pago va muy lenta en parte porque se está moviendo sin fines lucrativos y lo lleva a cabo gente que no puede dedicar todo su tiempo a ello.

Este hecho contrasta con el episodio de más éxito del bitcóin. Muchas personas los compraron para especular, a la espera de que aumentara su valor para enriquecerse, ya que hubo quien se hizo millonario en sus primeros años de existencia. Sin embargo, en el último año, el bitcóin ha perdido más de dos tercios de su valor, de los 900 euros que valía en diciembre del 2013 a los 270 actuales. «La gente que tiene bitcoines debería hacerlos circular», segura Serrano, «porque solo aumenta el precio cuando la gente lo usa».

Actualmente está entrando en el mercado la máquina que permitirá cobrar en bitcoines en los negocios, como las terminales de las tarjetas de crédito. Es un elemento fundamental para una implantación del sistema. «Hay poca gente preparada para los bitcoines porque gran parte de la sociedad aún no tiene acceso a las nuevas tecnologías», reconoce Serrano, que considera que la desconfianza proviene del desconocimiento, ya que, por su encriptación, «el dinero digital es mucho más seguro que el de papel».