La foto de los africanos encaramados a la valla de Melilla mientras dos personas juegan a golf rebasa el concepto de contraste obsceno. A este lado, un campo de 18 hoyos, de titularidad municipal y bien regado. Al otro, miles de razones para jugarse la vida en un viaje a Europa donde espera un muro, pinchos y porras. Hay otros ejemplos de contrastes y vallas-vergüenza.
EL ESCAPARATE
Valla vergüenza
Un grupo de inmigrantes tratan de saltar la valla de Melilla junto a un campo donde juegan dos golfistas. /
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