El juez de vigilancia del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona, Joaquín Aguirre, ha dictado un auto por el que obliga al recinto de la Zona Franca a disponer de boletines informativos sobre los derechos y deberes de los internos en diferentes lenguas, desde las oficiales hasta las habladas por un porcentaje notorio de personas y utilizadas antes en el centro. De esta manera, se deberá traducir esos folletos al wolof (idioma que se habla en Senegal y Gambia), bambara (Malí) y mandinga (países del oeste de África).
En el caso de extranjeros no alfabetizados, la información se debe ofrecer de forma verbal, «sin prisas, de manera pausada y comprensible», indica el magistrado. También ha decidido que se debe facilitar información, también traducida, para el asilo político.
El juez sostiene que en el CIE de Barcelona se reparten a los internos hojas sobre sus derechos traducidas en los principales idiomas, como el inglés, francés, ruso o urdú, pero no en otras lenguas muy usadas. El juez recuerda que el nuevo reglamento que regula estos centros señala que «los extranjeros tendrán derecho a ser informados a su ingreso de su situación, haciéndoles entrega de un boletín informativo, redactado en su idioma o en otro que resulte inteligible».