El fabricante del suplemento dietético bio-bac, Antonio Rafael Chacón, y tres acusados más han sido condenados a cuatro meses y 15 días de prisión por un delito contra los consumidores.
Bio-bac se intentó vender como un medicamento para enfermos de cáncer, sida y otras enfermedades graves, unos efectos terapéuticos que en realidad no tenía, según concluye la sentencia. «Lo que hicieron los acusados es, en cierto modo, provocar un engaño en el consumidor», indica la resolución judicial.
El tribunal, sin embargo, ha absuelto a los acusados de un delito contra la salud pública, al no haberse podido probar que el consumo del preparado que fabricaban y vendían pusiera en peligro la salud de las personas. Tampoco se ha podido probar que incitaran a los afectados a abandonar el tratamiento médico de sus enfermedades. Igualmente han sido absueltos de estafa.