COMPLEJA INVESTIGACIÓN CONJUNTA DE LOS MOSSOS Y LA GUARDIA CIVIL

El raptor de L'Hospitalet estuvo en prisión por violar a sus hermanas

El detenido llevó a la menor a Bolivia con permiso paterno con la excusa de traer oro

El hombre trataba a la niña como su esposa y ambos cultivaban coca en la selva

Un mando del grupo de secuestros de la Guardia Civil, junto a la menor. / RAÚL HERNÁN MIRANDA PÉREZ / LOS TIEMPOS

Recolectando hojas de coca en un recóndito paraje de la región selvática de Yungas de Totora, en Bolivia. Así sobrevivieron en las últimas semanas Grobes Morales Orduño, de 35 años, y la menor de 9 años que hace siete meses había sacado con la autorización de sus padres de su casa en L'Hospitalet de Llobregat. Lánguido, con melena negra y desbaratada, el hombre aseguró tras ser detenido que su intención era «casarse» con la niña. Que incluso se había hecho musulmán «porque Alá en el amor no entiende de edades».

El detenido pasó ayer a disposición judicial después de que un complejo dispositivo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Bolivia lograra localizar a ambos en mitad de la selva, y rescatar a la menor. Los padres de la niña presentaron hace siete meses una denuncia ante los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet en la que contaron cómo un vecino del que se habían hecho amigos se había llevado a la niña de vacaciones y no la había devuelto. Las unidades centrales de secuestros de los Mossos y la Guardia Civil coordinaron una compleja investigación que forzó el viaje a Bolivia de dos oficiales guardias civiles.

SIN DOCUMENTOS / Grobes Morales Orduño desveló en su primera declaración tras ser detenido algunas de las incógnitas que planeaban sobre el suceso. Para empezar, la niña abandonó España con la autorización de sus padres. Según su relato, la familia marroquí de la pequeña sufría una grave situación económica y el hombre les propuso un plan. «Viajaría con la niña a Bolivia. Allí compraría oro a buen precio y, tras volver a España, lo venderían ganando dinero. La menor llevaría buena parte de las joyas puestas, como si se trataran de su propiedad», relató anoche a este diario el coronel Remy Ampuero, responsable de la FELCC de la región de Cochabamba y que ha dirigido la investigación en Bolivia.

El detenido relató que, al llegar a la ciudad de Santa Cruz, «perdió su documentación y la de la niña» y que incluso telefoneó a la madre de la menor para avisarle del contratiempo. «Entonces decidió trasladarse a la selva y empezar una nueva vida con ella como su esposa», desveló el coronel.

PRISIÓN DE EL ABRA / Cuando las autoridades bolivianas recibieron la denuncia por parte de los Mossos y la Guardia Civil, iniciaron las labores para localizar a la pareja. Enseguida descubrieron que el hombre no era un desconocido. Hace diez años fue detenido por la violación de dos de sus hermanas y pasó un tiempo en la prisión de El Abra, en Cochabamba. «La madre impidió que las hijas ratificasen la denuncia y quedó en libertad», recuerda el coronel.

La búsqueda del hombre y la menor no fue sencilla. «A medida que nos íbamos adentrando en aldeas de la selva nos contaban que los habían visto», añadió . Eran asiduos a las ceremonias de la secta Aeminpu (Asociación Evangélica de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal), que a pesar de ser de origen peruano tiene muchos seguidores en esta zona de Bolivia. En algunas de sus ceremonias, el hombre apareció con la niña de la mano y la presentó como su hija. «En cuanto supo que le estábamos buscando, se adentró en la parte más inescrutable de la selva y allí ya la presentó y trató como a su mujer», añadió el coronel.