Los ocho mossos imputados por la muerte de Juan Andrés Benítez, el vecino del Raval que falleció el 6 de octubre tras ser violentamente detenido, coincidieron en defender la semana pasada ante la jueza su actuación, llegando a asegurar varios de ellos que los golpes que le dieron a la víctima eran «para relajarle los músculos» y poder esposarle.
Según la transcripción de las declaraciones, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, uno de los agentes, tras ver el vídeo de la detención, detalló que «los golpes de reducción o de distracción se practican a una persona que opone resistencia, para que cese y permita manipular la extremidad». Los golpes «no quieren causar dolor, sino relajar la musculatura», insistió.
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