Dos profesoras de Asunta Yong-Fang Basterra Porto, la niña de 12 años asesinada en Santiago, han acudido esta semana a la comisaría de policía para denunciar que como mínimo en dos ocasiones, una en junio y otra en septiembre, la niña llegó al instituto Rosalía de Castro mareada, con la boca pastosa y como si hubiera sido drogada. Asunta contó que se trataba de una medicación que le había dado su madre quien, a preguntas de las profesoras, aseguró que a la niña le había causado alergia un jarabe.
Una vecina también ha declarado haber visto a la niña "medio drogada". Unos testimonios que, a juicio de la Guardia Civil, pueden revelar que los padres de la niña, que hoy pasan a disposición judicial, intentaron asesinarla con anterioridad. Además, los investigadores han localizado pruebas determinantes en las viviendas de los padres.
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