DESAPARICIÓN DE UN PROFESIONAL DE REFERENCIA

Muere Paco Elvira, gran fotoperiodista de la transición

El reportero, de 64 años, se despeñó en las costas del Garraf mientras trabajaba

Paco Elvira, en la exposición FotoMercè que protagonizó en el 2003. / FERRAN NADEU

Paco Elvira perdió la vida mientras trabajaba en lo que más le gustaba, fotografiar, y en uno de sus lugares predilectos, la roca Falconera, en el abrupto macizo del Garraf. Uno de los fotoperiodistas contemporáneos más prolíficos y reconocidos de España falleció al despeñarse por un precipicio.

El pasado sábado por la mañana tomó el tren y sus allegados no supieron de él hasta ayer, día en que los Mossos d'Esquadra encontraron su cuerpo sin vida a los pies de un peñasco del Garraf, gracias a la señal que emitía su teléfono móvil.

Elvira, barcelonés de 64 años, ya empezó su carrera profesional cuando cursaba Económicas. En la universidad fotografió las luchas estudiantiles durante la dictadura. Después, en el posfranquismo, se convirtió en un nombre destacado de la larga lista de concienciados fotógrafos -el neologismo fotoperiodista es posterior- que con sus imágenes retrataron aquel país que perseguía con ansia la llegada de las libertades democráticas, a través de movilizaciones, protestas vecinales y huelgas, reprimidas habitualmente por fuerzas de seguridad con carta blanca y sin identificaciones alfanuméricas ni miramientos.

Tras la consolidación de la democracia, Elvira trabajó como colaborador para numerosas publicaciones españolas y extranjeras ---entre ellas, EL PERIÓDICO-- con las que cosechó varios premios, como el Fotopress; el Civisme, de la Generalitat de Catalunya, y el Pica d'Estats, de la Diputación de Lleida.

ENVIADO ESPECIAL / Diversos medios de comunicación le destinaron como enviado especial para que elaborase reportajes en China, Japón, Filipinas, Israel, Cuba, Argentina, México, Brasil, Zanzíbar, Camerún, Nicaragua, Argelia, Afganistán, Irlanda y los Balcanes. La excelente calidad de sus trabajos atrajo también la atención de varias editoriales, para las que realizó una docena de libros en solitario o con otros colegas. En el 2011 publicó una novela,Un día de mayo.En la actualidad, estaba preparando otro volumen de fotos de los mejores rincones de Barcelona con varios compañeros de profesión, como Pepe Encinas, exredactor jefe de EL PERIÓDICO, quien, desde el mismo lugar del siniestro, declaró ayer que había fallecido «una persona de extraordinaria bondad».