Felip Puig y Ramon Espadaler han escenificado esta tarde el traspaso de poderes al frente de la Conselleria de Interior. El conseller saliente le ha deseado "suerte" a su sucesor, que no supo que iba a ser designado para el cargo hasta el miércoles. Además, le ha avisado de que el departamento de Interior "engancha y crea hábito".

"Me voy con el orgullo de haber estado al servicio de la seguridad de los ciudadanos que es, en realidad, estar al servicio de su libertad", ha comentado Puig, que ha explicado que, a diferencia del que él hizo con Joan Saura, "este es un relevo de continuidad". "La anterior ocasión lo que hubo fue un cambio de proyecto y de modelo", ha precisado.

Por su parte, el nuevo conseller ha agradecido "la confianza" depositada en él por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y ha reconocido que llega al puesto "con ilusión" y consciente de la "responsabilidad" que entraña el cargo.

Ambos han llegado a la sede del departamento a bordo del vehículo de Puig, un coche poco oficial pues hace meses que el hasta ahora conseller de Interior circula en un SEAT familiar.