Las principales becas que permiten que jóvenes investigadores realicen su doctorado en una universidad o centro científico, el primer e indispensable peldaño de la carrera investigadora en España, han sufrido un notable varapalo por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. O bien se han reducido en número, que es lo que sucede con el programa FPU, o bien acumulan grandes retrasos en los pagos, que es lo que le pasa al FPI. Los afectados son 1.300, de los cuales unos 300 en Catalunya.
Los becarios de doctorado - investigadores en formación - no son estudiantes que pasan unas horas en un laboratorio, sino licenciados o ingenieros de entre 23 y 28 años que trabajan a tiempo completo cobrando un sueldo mileurista. Las ayudas, de tres o cuatro años según el programa, se ganan en un concurso con evaluación independiente.
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