EL RECICLAJE DE LOS RESTOS 3 JOYAS PERSONALIZADAS

Un diamante con la esencia del fallecido

Diamante obtenido con cabello.

La joya más preciada como simbólico transmisor de algo con un valor incalculable: la esencia del fallecido. Esa es la idea que persiguen las empresas que comercializan diamantes sintéticos creados a partir de las cenizas y los cabellos del difunto. Con las mismas propiedades de pureza, dureza y composición que las piedras preciosas obtenidas en las explotaciones mineras, Algordanza crea diamantes a partir de la extracción del carbono que se consigue de las cenizas mortuorias y su posterior cristalización. El resultado es una pieza única, que puede presentarse en su forma original tras el proceso o en otros dos cortes, y siempre de tono azulado por la presencia de boro. Su valía está avalada por el Instituto Gemológico Suizo, y su precio oscila de los 3.900 euros para 0,2 quilates hasta los 19.000 euros de un quilate. La entrega no se producirá antes de tres o cuatro meses.

IrisGem también ofrece este innovador recuerdo, pero a partir de unos simples cabellos, que contienen entre un 40% y un 45% de carbono. Bastan uno a dos gramos de vello de cualquier parte del cuerpo para obtener una piedra preciosa, con la posibilidad de elegir el tamaño, el corte y cinco opciones de colores: ámbar, amarillo, azul, verde e incoloro. El proceso de creación dura poco menos de un mes, puede seguirse a través de internet y tiene un coste de 1.600 euros para las piezas de 0,2 quilates, las más básicas de las que se comercializan.