La Dirección General de Tráfico (DGT) desaconsejará la implantación de cualquier sistema de peaje en las autovías que tenga como efecto el desvío de los conductores hacia carreteras convencionales, más peligrosas. “Al contrario. Debemos estimular la decisión individual de utilizar las vías más seguras”, ha señalado este jueves la máxima responsable del organismo gubernamental, María Seguí, tras advertir que quien debería tomar la decisión sería el Ministerio de Fomento. La presión de las concesionarias de autopistas para que se cobre también por circular en las autovías ha aumentado ante el déficit que acumulan debido a la crisis.

Seguí ha efectuado estas declaraciones durante la presentación de un informe del RACC que revela que entre el 2001 y el 2010 el riesgo de sufrir un accidente mortal o grave en la red de carreteras del Estado ha bajado el 67%. En él se advierte precisamente que, pese al descenso global, la probabilidad de verse involucrado en un siniestro es tres veces mayor en las carreteras convencionales que en las autopistas y autovías.

Nuevo reglamento antes de fin de año

La directora general ha confirmado que antes de fin de año estará listo el reglamento de circulación que incluirá la reducción a 90 kilómetros por hora del límite de velocidad en las carreteras convencionales y que el aumento a 130 en ciertos tramos de autopistas y autovías no se aplicará aún el próximo año porque no se cumple una de las condiciones necesarias: la mejora de la situación económica, que permita implantar un sistema de velocidad variable similar al que funciona en el entorno de Barcelona.