Los tijeretazos del presupuesto catalán

Los recortes de la Generalitat anularán exenciones de los peajes

El Govern cobrará a los demás usuarios de las autopistas los descuentos que queden en pie

El nuevo sistema solo bonificará a los vehículos con tres personas, los asiduos y los ecológicos

Un usuario paga en la barrera de Vallcarca de la autopista C-32, ayer. / JOSEP GARCIA

el azaroso festival de descuentos que existe en los peajes de Catalunya tiene los días contados. Se acabó la era del gratis total (para algunos) en las barreras. La tijera ha llegado también a las autopistas, una vez la Generalitat se ha percatado de que no puede seguir pagando la astronómica cifra de 60 millones al año a las concesionarias por este concepto. A partir de ahora solo se premiará a los vehículos asiduos de un mismo recorrido; a los que lleven a tres personas a bordo y a los que contaminen menos, según ha podido saber EL PERIÓDICO. Las bonificaciones podrán ser como mucho del 65% y serán iguales en todas partes.

Actualmente la variedad es enorme. Prácticamente cada vía de pago de las que dependen de la Generalitat presenta un modelo distinto. Se aplican exenciones de pago del 100% para los residentes (como en el caso del túnel del Cadí en la C-16) o bien para los que pasan un mínimo de ocho veces al mes (ocurre en la C-32 en Alella, en el Maresme). En otros sitios es gratis con 12 viajes. O hay ocasiones en las que se tiene que tener una cuenta domiciliada en un determinado municipio... El Govern, aprovechando el plan de ajuste presupuestario que está aplicando, homogeneizará este variopinto escenario y todos los conductores serán iguales. Vivan donde vivan y pasen por la C-33, la C-32 o la C-16.

25% POR 16 VIAJES / Por ejemplo con la asiduidad. Se aplicará un 25% de descuento sobre la tarifa de la barrera a partir de 16 viajes al mes. Si además ese ciudadano va acompañado de dos personas más se le sumará otra bonificación del 20% y, si conduce un vehículo poco contaminante, un 20% adicional. Pero como máximo sumará un 65%, en el mejor de los casos. No se repetirá la gratuidad de los últimos años.

Esta reorganización tarifaria afectará a un volumen relativamente pequeño de usuarios. Lo que sí tendrá mucha repercusión social será cómo se pagarán estos descuentos. La Generalitat no quiere seguir sacando de sus presupuestos el dinero para las bonificaciones específicas y pretende repartir entre los que pagan la tarifa normal ese coste para rebajar al máximo esos 60 millones anuales. Traducción: los peajes subirán para la mayoría.

«INTERNALIZAR» COSTES / Es lo que la Generalitat llama «internalizar» costes. Y lo que está ocurriendo en los últimos días en los despachos de la Administración es que se está negociando con las concesionarias (Invicat, la filial de Abertis para Catalunya; Aucat, Autema y Tabasa-Cadí, esta última pública) hasta cuánto se pueden aumentar las tarifas normales sin que afecte todavía más a la afluencia de clientes por las vías de pago. La crisis ha hecho descender en un 22% el tráfico en las autopistas españolas de Abertis en los últimos cuatro años, por citar un ejemplo, y el temor de la empresa es que un aumento muy por encima de la inflación perjudique más el negocio.

En el 2011 las barreras de peaje en Catalunya subieron un 3,4% a pesar de que el aumento del IPC había sido del 2,3%. Además, las exenciones en las barreras aplicadas por la Generalitat en los últimos años habían incentivado su uso por encima de otras alternativas de la red convencional. El nuevo modelo de peajes se aplicará de forma progresiva durante los primeros meses del 2012.