Españadispondrá por fin de una nueva ley, aprobada ayer en elCongresocon solo tres votos en contra, que sustituye a la que desde hace ya 25 años regulaba lascondiciones de trabajo de los científicos. Laley de la ciencia, la tecnología y la innovación, que es su nombre completo, supone en líneas generales un ordenamiento y una mejora de la carrera científica, desde los jóvenes que dan sus primeros pasos hasta las figuras consolidadas, y también crea unaAgencia Estatal de Investigación y fija el tope de un año para ponerla en marcha, entre otros aspectos.
Tras dos años de negociaciones, el consenso confiere estabilidad al sistema. Sin embargo, investigadores y sindicatos tachan la ley de poco ambiciosa por el poso funcionarial que mantiene y la falta de financiación, ya que aplicarla hasta el2016costará40 millones de euros, según calculó el ministerio antes de la crisis.
Losinvestigadores predoctorales, jóvenes que han acabado la carrera y realizan su tesisen un centro o en la universidad, gozarán de uncontrato laboraldesde el inicio de la beca. Las remuneraciones seguirán siendo modestas (se trata de científicos en formación), pero a partir de ahora podrán cotizar a laSeguridad Socialdesde el primer año y beneficiarse, por ejemplo, de lasprestacionesde baja por enfermedad o embarazo. Los nuevoscontratos temporalestendrán una duración de hasta cuatro años (y hasta seis si se trata de personas con discapacidad).
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