El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ha admitido hoy "un problema de comunicación" a la hora de explicar los planes del Ejecutivo para flexibilizar el límite de velocidad a 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona.
El Servei Català del Trànsit ha completado esta mañana la retirada o sustitución de 102 señales fijas que limitaban la velocidad a 80 km/h en los 5 kilómetros de vía de la autopista del Garraf (C-32) y la autovía de Castelldefels (C-31).
Estas señales se sustituyen por otras que aumentan la velocidad máxima a 100 y 120 km/h, aunque el límite inicial se mantendrá hoy a través de los paneles luminosos instalados con el fin de mejorar la situación medioambiental ante las adversas condiciones meteorológicas actuales.
Responsabilidad directa
Homs, en declaraciones a Rac 1, ha asegurado: "Por supuesto que debe de haber un problema de comunicación, porque si la gente no entiende las medidas tomadas prefiero reconocer los errores si es que los hay, porque además son responsabilidad directa mía".
El portavoz de la Generalitat ha mostrado su comprensión por el hecho de que los ciudadanos a veces no entiendan la situación porque "no todo es blanco ni negro y eso cuesta más de explicar en una pestaña de titular."
"La velocidad variable consiste, precisamente, en que en función de una serie de condicionantes, tanto al alza como a la baja, bien sean de movilidad bien sean de contaminación, se ajusta", ha señalado Homs.