Ya son dos los bares de Mollerussa (Lleida) que han decidido rebelarse contra la ley antitabaco y permiten a sus clientes fumar en su interior.
Se trata de la cafetería Viena y del restaurante La Mossadeta, cuyos propietarios se han sumado a la iniciativa que emprendió el pasado 2 de enero el dueño del asador Guadalmina de Marbella, el primero que saltó a la palestra al anunciar que pese a la entrada en vigor de la nueva normativa, permitiría a los clientes seguir fumando en su local.
Según la prensa local, los responsables de los dos bares leridanos aseguran que con la ley han perdido clientela y se muestran dispuestos a hacer frente a posibles multas, que pueden llegar a ser de varios miles de euros.
Los propietarios rebeldes señalan asimismo que sus negocios son privados y que por tanto tienen derecho a dejar fumar a la clientela.