ALIMENTACIÓN
El mejillón del delta del Ebro lleva al mar la producción ecológica
Los empresarios imitan a Galicia para abrir nuevos mercados al molusco
Cultivo de mejillón frente a la costa de Alcanar (Montsià), la pasada semana.
SÍLVIA BERBÍS / Sant Carles de la Ràpita
La producción ecológica de alimentos, libres de aditivos y más respetuosa con el medio ambiente, pretende saltar al mar. El Consell Català de Producció Agrària Ecològica, el Departament d'Agricultura, Alimentació i Acció Rural de la Generalitat (DAR) y la Federación de Productores de Molusco del Delta del Ebro impulsan un plan piloto para convertir la desembocadura en la primera zona productora de mejillón ecológico de Catalunya y la segunda de España, tras Galicia. De esta forma, el sector acuícola contribuirá, inicialmente con este bivalvo, a aportar un nuevo alimento ecológico a un mercado creciente que en la actualidad se centra en la agricultura y la ganadería.
Esta semana, representantes de las tres entidades impulsoras del plan piloto se reunieron en las bateas donde se cultiva mejillón de forma convencional para analizar las posibilidades y el protocolo a aplicar a partir de ahora, que en principio se realizará en solo una mejillonera de forma experimental.
CRÍAS AUTÓCTONAS El mejillón ecológico, en principio, y según la normativa que en estos momentos ya permite extender la producción ecológica a la acuicultura, debe cumplir una serie de requisitos para obtener la certificación. Entre ellos se encuentra «la obligación de utilizar crías autóctonas (en la actualidad una parte de las cultivadas es de importación, mayoritariamente de Italia)», explica Toni Espanya, director territorial del DAR en el Ebro.
Otras de las condiciones hacen referencia a la densidad de las cuerdas sumergidas en las bateas donde crece el mejillón (que debe ser menor que en el cultivo tradicional) y también la aplicación de sistemas de control de la calidad del agua, algo que ya se lleva a cabo. La intención de los promotores de la iniciativa es sembrar
las crías en la mejillonera de prueba durante los próximos días.
A lo largo de la campaña, los productores deberán aprender también a ejecutar y controlar todo el proceso, a tramitar las certificaciones, decidir el envasado del mejillón y cumplir cada paso de la normativa para sacar al mercado moluscos con la etiqueta de producto ecológico. De esta forma intentarán aportar un valor añadido a un sector, el acuícola, que está en alza en el delta del Ebro, donde este año se prevé cerrar una producción de 3.5 millones de toneladas de mejillón, con una facturación de 4,2 millones de euros (el año pasado se recogieron 2.970 toneladas y se facturaron 3,4 millones). Además, en las dos bahías del delta se han cultivado este año 200 toneladas de ostras.
VALOR AÑADIDO «Creemos que puede ser una buena oportunidad para dar valor añadido al producto, y de esta forma conseguir vender al menor una parte a mejor precio, porque ahora todo lo ecológico está de moda, aunque eso tendremos que ir valorándolo a medida que avance el plan piloto», señaló ayer Josep Ramon Castells, presidente de federación de productores.
El mercado actual del mejillón del delta se limita a Catalunya y la comunidad valenciana. «Desconozco si la etiqueta de ecológico nos permitirá ampliar el mercado, pero sí que nos puede dar un sello de marca que certifique la calidad de este producto», añade.
- Catalunya activa una alerta roja ante el riesgo de una tormenta extrema en Barcelona
- Radar de lluvia en Barcelona y resto de Catalunya, en tiempo real: consulta el riesgo de precipitaciones hoy
- Los servicios de rescate tratan de localizar a decenas de desaparecidos por el paso de la DANA
- Catalunya pone en alerta roja cuatro comarcas del Ebro: 'Es inminente que haya daños graves
- La Policía Nacional lanza un aviso sobre la foto del DNI
- ¿Hacia dónde se dirige la Dana? Así avanzan las lluvias, en tiempo real
- Última hora de la DANA en Valencia y la alerta roja en Catalunya: Al menos 95 muertos por las inundaciones en España
- El temporal descarga con fuerza en el Ebre y provoca un aumento del 2.100% del caudal del Llobregat en su tramo final