Los padres participantes en procesos de preinscripción escolar tienen derecho a acceder a los datos de los otros niños si dudan sobre la veracidad de referencias como el domicilio, según un dictamen de la Agència Catalana de Protecció de Dades a raíz de la petición de una familia de Sabadell.

Estos padres no lograron plaza en el centro elegido y solicitaron los datos de los aspirantes admitidos, ante la sospecha de falsos empadronamientos. Esta práctica ilícita consiste en inscribirse en la casa de un pariente o amigo para obtener unos puntos de proximidad que faciliten la matriculación en la escuela deseada. La Conselleria d'Educació no les proporcionó los datos al considerarlos privados, y ahora la agencia pública afirma que la condición de la familia de parte interesada en un «procedimiento de concurrencia competitiva» la faculta para acceder a los nombres y las direcciones de los inscritos.

Un portavoz de Educació manifestó ayer que «el dictamen es contradictorio con la doctrina habitual de Protecció de Dades», por lo que la conselleria pedirá a la agencia que aclare la cuestión. Si el organismo se reafirma en la resolución, Educació dará los datos a las familias que los soliciten.