Una mujer de la República Checa que se quejaba de fuertes dolores en el abdomen desde que fue sometida a una operación ginecológica ha descubierto que la causa de sus males era una espátula quirúrgica.
La espátula, del tamaño de una zapatilla, fue olvidada por el doctor que operó a la mujer y no se descubrió hasta que se le realizó una radiografía.
La mujer, que ha tenido el instrumento quirúrgico en su vientre durante cinco meses y fue tratada con analgésicos, reclama ahora una indemnización.