El 80% de los abusos sexuales cometidos en menores los perpetran familiares o conocidos de la víctima, pero solo uno de cada tres lo explica, según un estudio realizado por el Programa de Atención a la Salud Sexual y Reproductiva (Passir) y el Instituto de Investigación en Atención Primaria Idiap Jordi Gol de Catalunya.
Solo la mitad de las víctimas que explica el caso de abusos a su familia recibe apoyo, y hasta un 20% de las niñas es culpabilizada de los hechos.
Secuelas en la edad adulta
El estudioAbuso sexual en la infancia y la adolescencia: efectos a largo plazo en la salud sexual y reproductiva y las relaciones sexuales y afectivas de las mujeres adultas, basado en la experiencia de más de mil mujeres que recibieron atención psicológica en Passir, señala la permanencia de secuelas en hasta el 23% de las víctimas.
Entre las consecuencias de los abusos figura el aumento de embarazos no planificados, interrupciones de la gestación, maternidad adolescente, y en los casos más graves dificultades de comunicación con la pareja, inapetencia sexual, rechazo o dificultades en la excitación.
El estudio recomienda a los profesionales sanitarios atender a las víctimas con una mayor empatía, sensibilidad y confidencialidad, y que les confirmen que las situaciones que han vivido son inaceptables e inmerecidas.