Esta pasada semana hemos seleccionado filmaciones de tormentas de videoaficionados de diversos países y nos ha sorprendido la cantidad de imprudencias que se cometen ante estos fenómenos. Veíamos a un joven en medio de un descampado filmando la llegada de una potente tormenta con descargas eléctricas y, súbitamente, logra captar un rayo que cae a unos 40 metros, sobre un poste de electricidad. Otro hombre, situado en el jardín de su casa, filmaba la caída de un rayo en un árbol a escasos 20 metros. Y un tercer caso aún más grave: un padre con su hijo de unos 5 años, ambos dentro de su casa pero con todas las ventanas abiertas y filmado una potente tormenta. De repente, un rayo cae sobre una gruesa rama de un árbol del jardín. El estruendo es terrible y el padre no para de preguntar a su hijo si está bien, si le ha pasado algo. El niño apenas contesta, aturdido por el susto.

En todos estos casos se han incumplido las precauciones básicas ante una tormenta: se situaron de pie en una zona llana, no se alejaron de objetos puntiagudos o árboles aislados o no cerraron puertas y ventanas. A los rayos les gustan las corrientes de aire.

Cada año, entre mayo y octubre, en Catalunya recibimos la noticia de alguna víctima mortal por la caída de rayos. O de daños producidos en viviendas, sobre todo en televisores, teléfonos y ordenadores. Recuerde que hay que cerrar puertas y ventanas, desconectar la antena de la tele, no usar el teléfono mientras dure la tormenta y desconectar el ordenador. Estas precauciones son válidas para casas aisladas y para pisos en la ciudad.