Entrevista

Óscar Casas: “De ‘El gran salto’ me llevo que he dejado el alcohol completamente"

El hermano del también actor Mario Casas, que interpreta en la serie de Atresplayer al gimnasta Gervasio Deferr, confiesa que se enfrenta al papel más difícil de su carrera

Óscar Casas da ‘El gran salto’ metiéndose en la piel de Gervasio Deferr

'Marbella', un retrato de "la ONU del crimen" a través del abogado de los narcos

Oscar Casas, carecterizado como Gervasio Deferr para El gran salto. / Andrea Resmini

Comenzó en el mundo de la interpretación muy pequeño haciendo el personaje de niño que encarnaba Mario Casas en la película ‘Fuga de cerebros’ y las series ‘SMS’ y ‘El barco’. A partir de ahí Óscar Casas (Barcelona, 1998) no ha parado de encadenar proyectos que le permiten atesorar una nutrida filmografía con tan solo 25 años. Algunos de sus papeles más destacados han sido junto a Mario, como el inolvidable chico autista en la serie ‘Instinto’ y el de  la película ‘Mi libertad tiene alas’, en la que le dirigió. Y a quienes piensan que por él está ahí, les responde que por supuesto, por Mario y por su familia, que lo es todo para él. Ahora da vida al olímpico Gervasio Deferr en la serie de Atresplayer  ‘El gran salto’ y cuenta que lo más difícil no es lanzarse al potro emulándolo, sino el viaje emocional que le supone recrear una vida que va del éxito a la autodestrucción.

Cuando Gervasio Deffer se enteró de que le encarnaría dijo que era demasiado guapo. ¿Qué pasó por su mente cuando le ofrecieron el papel?

Vi claro que podía ser Gervasio y a vez lo veía como terrorífico. Cuando leí los guiones y vi lo que le pasaba desde los 18 años hasta los 37, me entró el bajón de decir: se han equivocado, no voy a ser capaz. Y lo sigo creyendo. Pero   eso forma parte del proceso. Voy día a día y en lo que estoy tranquilo es que más no puedo dar. Ni más horas ni más de todo. Me estoy me dejando la vida y lo estoy disfrutando mucho. Pero es fuerte, la verdad. Es un personaje espectacular.

Se ha puesto musculitos. ¿Cuánto tiempo ha invertido en ello?

Llevo tres meses con el entrenamiento físico y dos de gimnasia en el Centre d’Alt Rendiment de Sant Cugat. Adri, mi entrenador, es quien prepara a los chavales de los JJOO. Es un lujo. Y para mí está siendo una pasada el descubrimiento de este deporte. El mundo olímpico es fascinante, la pasión que hay y cómo se dejan la piel cada día.

"Está siendo una pasada el descubrimiento de este deporte, y el mundo olímpico es fascinante"

Su implicación le ha llevado a hacer realmente de gimnasta.

He intentado al máximo llegar a una meta, que era hacer en potro toda la carrera y la paloma con la caída clavándola. Y, pese a las dudas iniciales, se ha conseguido. Estoy encantado de vivir todo esto. Son estos regalos de esta profesión que es una marcianada y dices: venga, vas a aprender esto ahora.

Le veo en la próxima temporada de ‘El desafío’. También se habrá hinchado a proteínas.

He tomado de todo, pero muy natural. Está siendo un proceso bonito, porque es el primer cambio corporal que tengo hacia ancho. Pero comer es fantástico. Cuando puedes comer y entrenar musculatura, se pasa bien.

Luego deberá hacer otro cambio. Para mal.

A la mitad de la serie llega el otro Gervi, el mayor. Hay que hacer una bajada de peso y, como no tenemos mucho tiempo, habrá que dejar de comer. Pero, como llevo poco tiempo con esta musculatura, me deshincho rápido. Puede que eso ayude. Será duro, sí. No lo quiero ni pensar. Ya por el equipo, que verán una sombra oscura deambulando por ahí. Entre no comer y todo lo que vive... Intento no pensarlo, porque me agobia un poco.

Es la primera vez que interpreta a un personaje real y vivo. ¿Eso supone una mayor responsabilidad?

Sí, es mi primer ‘biopic’ y una de las cosas que me sorprende es, estando vivo mi personaje, cómo no querer conocerle más, cómo no querer pasar todo el rato con Gervi. Me muero de ganas de terminar y hablar de todo con él, pero ahora me cuesta, porque tengo que ser él. Si está ahí, ¿cómo voy a ser yo?

¿Prefería mantener una distancia?

Sí. Cuando empecé a construir todo el personaje lo primero que hice fue leer su libro. Y pensaba que cuando pudiera tener la oportunidad de verle, querría pasar todas las horas del mundo con él. Pero la primera vez que estuvimos juntos un día entero, después de planteármelo mucho me di cuenta de que no me iba a venir bien, porque yo debía interpretar al Gervasio joven y en él veía en lo que se convertiría. Veía el ‘spoiler’. Es bueno mantener un poco las las distancias, porque yo no tengo que copiar a Gervasio Deferr, sino que me tengo que convertir en él. Y no me tienen que decir lo que él sentía, lo tengo que sentir yo.

Óscar Casas /

Andrea Resmini

Pero ¿al menos imita sus gestos, su forma de moverse?

No queremos hacer una copia, pero a mí si me ha gustado, al ser un 'biopic', acercarme a nivel físico. Los  gimnastas tienen una manera de moverse y de colocar el cuerpo por el gimnasio. Llevan los hombros hacia adelante, van rectos… Y he estado trabajando con una ‘coach’ de voz para acercar mi voz a la suya, que es muy característica. Aunque sin que sea una copia, porque sería horroroso. También sus gestos, miradas…

"Lo que más amo en este mundo es mi familia y lo segundo, mi profesión.Y ambas cosas se unen en mi casa"

¿Qué lección cree que se puede sacar de la vida de Deferr?

Creo que es uno mismo y sus demonios.  Relata perfectamente que uno puede tenerlo todo, pero, junto a una adicción, puede destruirse. La gente va a sacar lecciones. Yo me llevo de esta serie que he dejado el alcohol completamente. Dejé de beber en cuanto me leí el libro. Porque me tocó mucho, ya que contaba que al principio uno bebe para celebrar, y en ese punto estaba yo. Sales con los amigos en un cumpleaños y bebes y bebes. Y me dije: quiero afrontar esto dando algo de mí, y es dejar el alcohol. Porque no me parece sano. No me gusta que en la sociedad esté superimpuesto. Quiero empezar desde ahí. Esta serie habla de esto. El alcohol destrozó la vida de Gervasio. Bueno, él la destrozó, pero el alcohol le ayudó.

Muchos jóvenes futbolistas, actores, cantantes... que alcanzan el triunfo muy pronto a veces no saben gestionarlo. Usted tiene detrás una familia que está siempre ahí y que, además, conoce el mundo en el que se mueve.

Es el regalo de mi vida. Tengo mucha suerte. Cuando me lo planteo, digo: lo que más amo en este mundo es mi familia y lo segundo, mi profesión. Y encima ambas cosas se unen en mi casa, porque todos hablan de cine. Cuando termino el día de rodaje lo primero que hago es llamar a mi madre y le cuento todo. Y mi hermano y yo nos escribimos a diario. Puedo compartir con ellos qué me está pasando y  me pueden ayudar. Es todo un flujo de amor y de felicidad que me llena el alma. A veces me preguntan si me gusta que mi hermano…, cuando lo que me da es algo de otro mundo. Sí que tengo que demostrar que no estoy ahí por él... Aunque, a la vez, sí, porque me lo da todo. Por mi hermano, por mi madre y por mi familia estoy aquí . Eso me hace tener que demostrar más, luchar más, pero lo que me dan es otra cosa.