El fútbol base de la Grama, el mayor tesoro del club de Santa Coloma, vive horas de incertidumbre y tensión. La cantera colomense, una de las más respetadas de Catalunya, puede desintegrarse en breve si no se encauza un conflicto. Cuatrocientos padres y madres se han rebelado contra la directiva, a la que acusan de utilizar los pagos de sus hijos para cubrir nóminas del primer equipo y otros fines. El dinero se ha esfumado y la junta ha destituido a los coordinadores. Todos los entrenadores y la mayoría de padres se han solidarizado con ellos. Para expresar su protesta, 15 equipos de la Gramenet, desde los prebenjamines al juvenil C, no se presentarán este fin de semana a sus respectivos partidos.
La crisis de la entidad parece no tener fin. El pasado verano, cuando muchos aficionados pensaban ya en la desaparición del club, el empresario Rafael Osuna puso 250.000 euros de su bolsillo que mantuvieron viva la ilusión. Su aparición fue clave para la supervivencia, pero las dudas han vuelto. En el fútbol base ya eran conscientes de los problemas y propusieron una solución para evitar un batacazo: la conversión en una fundación, con una gestión separada del primer equipo. La idea era que las cuotas pagadas por los padres fueran a parar exclusivamente a la cantera y no a tapar otros agujeros.
El proyecto de la fundación fue rechazado, pero se aprobó que la aportación anual de los padres de 300 euros (200 en septiembre y 100 en diciembre) fuera a una cuenta aparte, destinada al fútbol base. Algún padre, incluso, ha hecho una donación de 25.000 euros, pero no se ha respetado lo pactado. Según los números del cuerpo técnico, el fútbol base ha ingresado 74.000 euros y el presupuesto de gastos aproximado es de 10.400. Sin embargo, la directiva afirma que no hay dinero para más.
Modesto Fraile, el coordinador más veterano de la cantera, ha destapado el asunto. El club le citó el miércoles para despedirle, igual que a Rafael Bermejo y Alberto Rodilla.«Ni siquiera apareció el presidente. Me deben un año de contrato y voy a seguir trabajando. Es vergonzoso lo que están haciendo»,cuenta Fraile, que lleva 17 años en la Grama, 2 como jugador y 15 de coordinador.«Hay una cuadrilla en la directiva que solo desea recuperar lo que invirtió. Se quieren cargar el fútbol base, arrasar con todo y dejar el club como un solar. Detrás de todo hay niños con toda la ilusión del mundo, pero no les importa».
El reto de la fundación
Los dirigentes niegan que vayan a fulminar el fútbol base.«La próxima semana habrá una reunión con los padres y se aclarará todo. Solo pedimos tranquilidad»,dijo ayer a este diario el directivo Rafa Prisco. Los responsables del fútbol base están muy molestos con Ramon Moya, director técnico, al que acusan de menospreciar la cantera.
Fraile cree que una fundación es la única vía de continuidad. «El ayuntamiento ha dado un paso para ayudarnos. Queremos gestionarnos con transparencia. Si tiene que desaparecer el primer equipo y empezar de cero, que lo haga, pero los chicos no se merecen esto».
En la reunión de ayer, precedida de mucha tensión, los padres y técnicos acordaron que nueve equipos del fútbol base de la Grama no se presentarán el fin de semana. Hoy se sumarán seis más. El juvenil A y el B también meditan parar. «¡Han engañado a muchas familias y la cosa no va a quedar así!», exclama Montse. Su hijo Adrià, del benjamín, no jugará el domingo. Los niños pagan las consecuencias de la batalla.