sant martí

La moda del tobogán gigante

El parque de Diagonal Mar atrae a numerosas familias con sus grandes rampas de metal

Uno de los toboganes instalados en el parque de Diagonal Mar. / carlos montañés

Aunque la mayoría de los toboganes repartidos por la ciudad están diseñados para que los niños los disfruten mientras los mayores observan con nostalgia, en el parque de la Diagonal Mar (calle de Llull, 354) grandes y pequeños hacen cola por igual para deslizarse por sus cuatro rampas. Son toboganes gigantes, los más grandes de la ciudad, y las familias han encontrado en ellas una alternativa de ocio gratuita.

Cada tobogán tiene un tamaño y una inclinación diferentes, y son totalmente seguros para los niños. Las rampas están hechas de metal, con protecciones de corcho, un material perfecto para prevenir lesiones. "Lo mejor es llevar un trozo de cartón o un pareo para poder deslizarse mejor y evitar rozaduras o quemaduras", sugiere Isabel García-Nieto, responsable del blog Barcelona Colours, donde se recomiendan actividades y lugares de la ciudad para disfrutar en familia.

BIEN COMUNICADO

El parque está situado a pocos pasos de las paradas de metro de la línea 4 (amarilla) Selva de Mar y El Maresme-Fòrum. "Nosotros lo descubrimos paseando en bicicleta con la familia y nos sorprendió", añade García-Nieto. Los toboganes atraen a diario a numerosas personas de todas las edades, desde niños de 5 años hasta adultos de 40.

Alejandro tiene 14 años y le gusta ir a los toboganes gigantes con sus amigos. "Suelen ser para niños más pequeños, más estrechos. Estos son más divertidos y nos podemos tirar los que somos más grandes", explica el joven.

Gabriela Santos tiene tres hijos pequeños y los lleva habitualmente al parque porque es vecina del barrio. "Son totalmente diferentes a los que hemos estado antes. Aquí pierden la noción del tiempo. Pueden estar horas -cuenta Santos-, tirándose una y otra vez"

El parque, uno de los más grandes de la ciudad, con 14 hectáreas (extensión equivalente a 14 manzanas urbanas), fue ideado por los arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue. La obra se terminó en el 2002 y fue elogiada por su originalidad, pues además de los grandes toboganes cuenta con juegos de agua y estructuras tubulares espectaculares, con reminiscencias, según los entendidos, a la arquitectura orgánica de Gaudí.

MÁS RAMPAS

El parque de Diagonal Mar no es el único de la ciudad que cuenta con toboganes singulares. La montaña de Montjuic esconde dos en su falda. Son mucho más empinados que los anteriores y en estos no se necesita material para deslizarse.

Pero el más original de todos se encuentra en el parque de la Espanya Industrial, en el distrito de Sants-Montjuic. Después de subir por el lomo de un dragón, el tobogán finaliza por la boca del mismo. Y por último, y más enfocado a los niños, el Tibidabo también cuenta con unos toboganes ubicados en una zona de acceso libre situada dentro del parque. 

Éxito similar en Sant Cugat del Vallès

El barrio de Can Mates, junto al de Mirasol, una zona residencial y casi desierta en días laborables, se tranforma los sábados y domingos con cientos de coches aparcados que traen a familias del municipio y hasta de Rubí y Barcelona. Las atracciones están agrupadas por edades, desde niños de parvulario a adolescentes. -Óscar Hernández