La idea fue tan sencilla como inesperada. Ángel Blanes (Sant Adrià, 1962) no es católico practicante («yo no suelo ir a misa», dice), pero el día de la comunión de su hijo, lo hizo. Desde un banco de la iglesia del barrio de La Verneda i la Pau, escuchó las palabras del sacerdote al acabar la eucaristía. Solicitaba la colaboración de los feligreses para recoger comida para los más necesitados.
-¿Qué le llegó de aquel mensaje?
-La llamada del cura me conectó con las necesidades de muchas familias en el barrio, de todos los barrios de ciudades como esta, y me conectó también con la pregunta de si se podría hacer algo para multiplicar el efecto de aquella llamada a la solidaridad y, a la vez, agradecer su grano de arena a todos aquellos que hacen donaciones anónimas durante todo el año.
-¿A quién se lo dijo?
-Lo expuse a los miembros de las dos asociaciones a las que estoy más vinculado: la Associació de Veïns i Veïnes de la Palmera Centre y la Associació Cultural Recreativa La Pau. Y fue con ellas, y gracias a ellas, que nos pusimos en marcha. Organizamos un concierto.
-¿Para recoger dinero y comida?
-Dinero no, solo alimentos. Pedíamos dos kilos de alimentos a cambio de la entrada al concierto. Fue el 19 de octubre, en la parroquia de Sant Ambròs, y actuaba el grupo de gospel y coro de la Escola de Música Moderna de Badalona, Ritmes & Veus, un grupo que nos aportó el Departament de Benestar Social i Família.
-Por tanto, lograron implicar, incluso, a la Administración...
-Sí, además del propio grupo de Cáritas de la parroquia de Sant Ambròs, colaboraron Benestar Social, el Distrito de Sant Martí y muchas otras entidades, como la FECAC, la Associació de Comerciants del Mercat de Sant Martí de Provençals o Caprabo. Nuestra idea es hacer cada tres meses un concierto y que en cada uno de ellos se implique cada vez más gente y entidades.
-¿Cuándo es el próximo concierto?
-El 19 de diciembre, también en la parroquia de Sant Ambròs (plaza de La Pau, 1), a las seis de la tarde, con el grupo Musicant, de la Escola d'Educació Musical de Camp de l'Arpa.
-Música a cambio de alimentos. ¿Tenían referentes con esta fórmula?
-No. Nosotros creímos que la solidaridad merece premio, y que celebrar un concierto como agradecimiento a todas esas pequeñas acciones altruistas que a diario hacen muchas personas anónimas era una buena fórmula. Y el balance fue excelente.
-¿Cuántos kilos recogieron?
-2.000 kilos, dos toneladas de comida que entregamos a la parroquia. Allí atienden a unas 60 familias. Con lo recogido, podrán cubrir sus necesidades hasta el próximo concierto.
-Como responsable del Hotel d'Entitats de La Pau, ¿Qué hace?
-Yo me ocupo de la gestión de los equipamientos del Hotel d'Entitats, en este edificio, el Piramidón, que es el centro neurálgico del movimiento asociativo del barrio de la Verneda i La Pau. En el hotel tienen su espacio de reuniones y trabajo 60 entidades de diversa índole. Del barrio propiamente solo está el Centre d'Ocupació i Formació Sant Martí.
-Su vida, pues, está vinculada a las asociaciones laboralmente y altruistamente, ¿desde cuándo?
-Llevo más de 30 años al lado de la gente en agrupaciones. Empecé en el esplai de la parroquia de Sant Paulí de Nola. En el 87 entré a trabajar en la Administración, pero siempre he sentido que necesitaba aportar a mi entorno social algo más que mi trabajo remunerado. Siempre estoy proponiendo ideas que se realizan gracias al apoyo de la gente.