Hacia las nueve de la mañana, en el centro de Barcelona, numerosas personas ya buscaban sillas y mesas vacías en bares y cafeterías hasta la bandera para empezar el Sant Jordi con energía.
Antes de las once ya había colas kilométricas ante autores como Dolores Redondo, Alice Kellen, Ángel Martín, Sandra Barneda o el jovencísimo poeta Manu Erena. La escritora valenciana Kellen ha afirmado este domingo que Sant Jordi es "un momento de encuentro y de conectar con los lectores".
En declaraciones a Europa Press, ha explicado que la gente joven le pide firmar su libro: "Se lo pasan bien hasta en las colas porque al final estás compartiendo algo que te gusta con gente igual que a ti". "Da un poco de vértigo afrontar el día", ha dicho, pero ha asegurado que vive esta jornada con mucha ilusión.