Ayer daba inicio el curso escolar más atípico, y más de 11.000 estudiantes de Sant Boi de Llobregat volvieron a las aulas tras medio año cerradas. El consistorio ha impulsado distintas medidas como el reparto de 5.300 mascarillas en los próximos días para los niños de entre 6 y 12 años.
Las entradas se organizaron con distintas señalizaciones de color blanco en el suelo para indicar el sentido de la marcha, y así ordenar las entradas y salidas de las instalaciones educativas.
Otra de las medidas, ha sido la limpieza de las aulas y los espacios escolares que se intensificará, así como se evitará la recogida de residuos durante los horarios de entrada y salida.
Plan de choque
El Ayuntamiento de Sant Boi anunciaba la semana pasada un plan de choque, dotado con 700.000 euros, para hacer frente el inicio escolar y dar soporte a todas esas familias vulnerables.
El consistorio ha impulsado tarjetas monedero para comprar material escolar en tiendas de la ciudad, la contratación de jóvenes para la logística de los centros educativos o un servicio domiciliario para las familias que tengan un hijo con sintomatología.