Unidos por el monopatín en Sant Andreu

Talleres de 'skate' agrupan a niños y jóvenes de los barrios de Baró de Viver y Trinitat Vella

 Taller de ’skate’, en el parque de la Trinitat.       / JOAN PUIG

Los barrios de Trinitat Vella y Baró de Viver, tan cercanos pero psicológicamente tan lejos por el gran parque de la Trinitat que los separa, están ahora un poco más unidos gracias a unos talleres de skate en los que participan unos 45 niños y jóvenes, de entre 5 y 20 años, de ambas zonas tres días a la semana. La iniciativa comenzó el año pasado en Baró de Viver y este se ha extendido a Trinitat Vella.

"El objetivo es enseñarles no solo cómo hacer skate, sino también la cultura del skate", explica Lola Altozano, monitora y coordinadora del equipo de skaters que organiza los talleres. Los lunes son en Baró de Viver; los viernes, en Trinitat Vella, y los miércoles son rotativos: unos días en un barrio y otros, en el otro. El objetivo es mezclar a los chavales de las dos zonas. "Y trabajar la cohesión social. Que los chicos tengan más alternativas que estar sin hacer nada en la calle", señala Óscar Osuna, otro de los skaters del taller.

Hace años se llevó a cabo una investigación en Baró de Viver. "Se les pidió a las mujeres del barrio que señalaran aquellos puntos negros o zonas en las que se sentían inseguras", relata Altozano. Uno de esos puntos era la boca del metro. "Ahí se vendía heroína y muchas mujeres pedían a sus parejas que las recogieran a la salida", continúa. Es por eso que, a petición de los vecinos, en esa desangelada zona se construyó un skatepark. Era septiembre del 2016. "Y ahí entramos nosotros. El barrio tenía una infraestructura nueva, pero había que dinamizarla", dice Altozano.

Talleres gratuitos

Así, en colaboración con el Centre Cívic Baró de Viver, un grupo de skaters comenzó en el 2017 a dar clases de monopatín a niños. Y una zona que entonces generaba problemas de convivencia pasó a convertirse en un enclave de cohesión social. "Recogemos a los niños en el centro y nos los llevamos al skatepark. Al acabar, los devolvemos al centro cívico", dice Altozano.

Estos talleres de skate, en los que hay que inscribirse previamente, son gratuitos. Aparte de aprender a utilizar el monopatín, los chavales se dedican a construir y diseñar rampas para patinar. Esta actividad se lleva a cabo en el Centre Cívic Baró de Viver los días lluviosos. 

El éxito de esta iniciativa fue tal que pronto el barrio de Trinitat Vella mostró su interés por ella. "Algunos usuarios nos preguntaban por lo del skate, así que nos pusimos en contacto con Baró de Viver. Comenzamos este año", cuenta Meriu López, del Espai Via Barcino del Centre Cívic Trinitat Vella, la entidad que lleva los talleres aquí.

En suelo liso

En Trinitat Vella no hay una pista de skatepark, pero esto no es un problema. "Cuando trabajamos aquí, lo hacemos en suelo liso con módulos que construimos nosotros", dice Lola Altozano. Uno de los objetivos de este año es enseñarles a los niños a crear una asociación de skate en el barrio. Todos los skaters que dan clase en estos talleres proceden del mundo asociativo de Badalona. 

Según Altozano, en el último año los alumnos del taller de Baró de Viver (los que llevan más tiempo) han experimentado un gran cambio. "En las primeras clases se peleaban, pero un año después se han convertido en un grupo que se quiere y se apoya". Y ya han ido a patinar al Macba, un escenario emblemático sobre patines.

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