Salud mental y menores

Aumentan los adolescentes con adicción al sexo a edades cada vez más tempranas: "Follaba con tres al día"

Adolescentes con trastornos de conducta en la escuela terapéutica de Can Ros de Amalgama 7, en Tarragona. / Elisenda Pons

"Para mí el sexo llegó a ser tan rutinario, que el día que no lo hacía se convertía en una mierda". La que habla es Marta, de 17 años. Sufría adicción al sexo. También consumía alcohol y cocaína. Cuenta su historia de manera directa y sin lágrimas, mirando a los ojos. Pero, cuando no habla, su mirada parece perderse en un poso de tristeza. Marta, cuyo nombre es ficticio como los de todos los adolescentes entrevistados en este reportaje, es una de las residentes de Can Ros, una escuela terapéutica de la entidad Amalgama7 que, perdida en las montañas de Aiguamúrcia (Tarragona), ofrece atención educativa, clínica y social a niños, adolescentes y adultos jóvenes con problemas de conducta.