Salud y crisis climática

Presión médica para adaptar las ciudades a las olas de calor: menos coches y más árboles

Ambiente de la piscina de Montjuïc el 23 de julio de 2022, en la segunda de las tres olas de calor que vivió Barcelona el verano pasado. / Manu Mitru

Barcelona vivió el año pasado tres olas de calor administrativamente declaradas: una en junio, otra en julio y otra en agosto. Cada año son más y de mayor intensidad. La comunidad médica ve urgente "adaptar" las urbes a la realidad que ya está aquí: las elevadas temperaturas derivadas del cambio climático que tienen un impacto directo en la salud de las personas.