El final del estado de alarma

El contagio en los jóvenes y las variantes del virus, los peligros que abre el 9-M

  • España estrena el domingo un nuevo escenario epidémico: los colectivos más vulnerables hace un año son ahora los más protegidos porque están vacunados

Terrazas en la plaza Rovira de Gràcia, el 5 de mayo. / Ferran Nadeu

Un año atrás, España no vivía una situación muy diferente a la de ahora. El 10 de mayo de 2020, todo el país (excepto algunas islas de las Canarias y Baleares, con apenas contagios, que ya lo habían hecho el día 4) entraba en la fase 1 de la desescalada de las restricciones por el covid-19 tras casi dos meses de estricto confinamiento domiciliario. Aquel plan de levantamiento de medidas del que ya casi nadie se acuerda constaba de cuatro fases, a la que todas las comunidades llegaron a finales de junio. Algunas como Catalunya, de hecho, se saltaron directamente la fase tres para celebrar libremente Sant Joan, decisión que estuvo a punto de costarle un nuevo confinamiento al territorio en julio. Las temperaturas estivales jugaron en contra del virus.