Análisis

Vimos venir el tren pero no nos apartamos

Las autoridades sabían de antemano el resultado de la relajación navideña de las restricciones por el covid pero la mantuvieron

Sanitarios atienden a un paciente en la uci del Hospital de Sant Pau de Barcelona. / Ferran Nadeu

Cuando el pasado 19 de diciembre escribí que había que cancelar la Navidad lo hice desde la impotencia. Estábamos parados en una vía viendo cómo se acercaba el tren pero íbamos a ser incapaces de apartarnos. Por desgracia, así ha sido. El tren del virus ha vuelto a pasarnos por encima y en este caso no tenemos ni la disculpa de no haberlo visto venir.