El decreto del Estado de Alarma establece que los aviones, trenes, autobuses y otros medios de transporte interurbano solo se podrán utilizar por "razones inaplazables" y así deberá figurar con "un mensaje suficientemente visible" en los sistemas de venta online. Aerolíneas, Renfe y las compañías de autocares deberán reducir su oferta de operaciones (número de trayectos al día) cómo mínimo en un 50%.
En aquellos aquellos transportes donde se ofrece plazas con asientos sólo se podrán vender un tercio de las plazas máximas disponibles, para garantizar el suficiente distanciamiento entre viajeros.
De la reducción de oferta a la mitad queda excluido todo el transporte urbano, metro, buses y trenes de Cercanías, que podrán mantener su actual frecuencia.
El texto también faculta al ministro de Transportes, José Luis Ábalos, para tomar las decisiones que "sean necesarias para garantizar los servicios de movilidad (…) en orden a la protección de personas, bienes y lugares", con mando sobre las autoridades locales y autonómicas que lo regulan.