PROBLEMAS PARA CONCILIAR EL SUEÑO

Consejos para dormir bien pese al calor del verano

Una cena ligera y una ducha de agua tibia ayudan a combatir el insomnio

Los catalanes que residen en ciudades costeras experimentan más dificultades que los del interior

Calor el Lleida, este domingo. / RAMON GABRIEL

Si usted tiene normalmente problemas para dormir, es muy posible que estos se incrementen en verano. Está científicamente demostrado que, durante el período estival, las dificultades para conciliar el sueño aumentan debido al calor. Y en la costa, más.

"Tenemos que tener en cuenta dónde estamos. Las personas que viven en la costa, cerca del mar, pasan más calor durante la noche que durante el día. Es lo contrario de lo que ocurre en las zonas del interior, donde se pueden experimentar temperaturas diurnas muy altas que sin embargo bajan al final del día", señala el doctor Miquel Àngel Félez, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital del Mar de Barcelona.

Las temperaturas en las zonas de interior bajan por la noche mucho más que en las situadas cerca del mar

Así pues, según este experto, la gente del interior puede "dormir muy bien" durante la noche, porque las temperaturas llegan a bajar hasta los 12 grados centígrados. "Pero en la costa es difícil que se sitúen por debajo de los 18. Por eso mucha gente en Catalunya tiene problemas para dormir por la noche: las grandes ciudades catalanas están en la costa o al lado de la costa", añade Félez.

Con todo, las personas se "adaptan" a los nuevos horarios de verano. Como las temperaturas tardan en bajar, la gente retrasa sus horarios: cena más tarde y se va a dormir también más tarde, en busca de atmósferas más frescas. "Si hay vacaciones, no pasa nada. El problema lo tienen quienes continúan trabajando y tienen que levantarse por la mañana igual que en invierno", cuenta el médico. Insomnio durante la noche, cansancio durante el día.

Recomendaciones

El doctor Félez ofrece una serie de consejos para poder combatir el insomnio en verano. "Los métodos más clásicos son una cena ligera, fría y no muy consistente. Si hace mucho calor, una ducha de agua tibia -no fría, pues esta contrae los vasos sanguíneos-, a unos 30 o 35 grados". Además, es conveniente que pasen, como mínimo, 90 minutos entre la cena y el momento de irse a dormir. Y existen, además, otros "métodos mecánicos", como el aire acondicionado o un ventilador frente a la ventana.

"Es importante mantener la habitación donde dormimos lo más fresca posible. Si da el sol en ella por las tardes, debemos bajar las persianas", explica. Si es posible, es mejor dormir en la planta baja o subterránea de la casa. Y utilizar pijamas ligeros pero absorbentes.

Las consultas en las unidades del sueño de los hospitales aumentan en verano

Los veranos son cada vez más calurosos y, aunque según Félez "la gente se ha ido adaptando", el incremento en la venta e instalación de aires acondicionados guarda relación con esta realidad. Aun así, el aire acondicionado es caro, ruidoso, gasta mucha energía y reseca las mucosas al bajar el grado de humedad de la atmósfera. Justo lo contrario del ventilador.

Este experto asegura que en verano aumentan las consultas en la Unidad del Sueño de la que él es responsable. "Tratamos muchas apneas del sueño y las personas que duermen con una mascarilla de plástico conectada a la nariz y boca, debido al calor, tienen muchos problemas para dormir. Nosotros intentamos que continúen con su tratamiento porque esta enfermedad la padecen todo el año", concluye.