La Conselleria de Salut reunirá en una cumbre, como muy tarde en septiembre, a los diferentes colegios profesionales, la sociedad científica, los sindicatos y las entidades ciudadanas para realizar un diagnóstico compartido tras la afectación de los recortes y ante la falta de algunos especialistas. Juntos tratarán de buscar acciones a corto plazo y una estrategia a largo plazo. El objetivo: garantizar el futuro del sistema catalán de salud que debe dar respuesta a las necesidades de la población. 

Así lo ha anunciado este viernes la 'consellera' Alba Vergés durante su comparecencia ante la comisión de Salut. Vergés ha defendido los programas iniciados por su antecesor, Toni Comín, y ha fijado la estabilidad laboral entre los principales objetivos de departamento que dirige. Se trata de un aspecto ligado también a la renovación de los equipamientos médicos, por el que la 'consellera' reconoce que se "tiene que hacer un esfuerzo" tras unos años en los que esta inversión ha estado parada. Y ha apostado, además, por reforzar la atención primaria y comunitaria para que sea el motor del sistema.

Sin mención de las listas de espera

Vergés también ha asegurado que incorporará una visión "holística" a la salud, contemplando el entorno de las personas como un factor más en salud y recuperando la agencia de la salud pública cuando se apruebe la ley. Algunos diputados de la oposición han criticado, después de su intervención, que no ha mencionado en su discurso las listas de espera.

La comisión de Salut ha tenido lugar un día después de que la Marea Blanca de Catalunya haya manifestado sus reservas a la implementación de un plan piloto de reforma horaria en los centros de atención primaria (CAP) catalanes. La Marea Blanca considera que los CAP se encuentran en un momento de precariedad y síntomas de "colapso".

Los impulsores de la reforma horaria en Catalunya y el sindicato Metges de Catalunya (MC) apuestan por iniciar una prueba a final de año, algo que la 'consellera' de Salut ve con buenos ojos.