La Generalitat ha vuelto a asumir la gestión de los servicios sanitarios de atención continuada domiciliaria en Barcelona, Montcada i Reixac y el barrio de la Mina, en Sant Adrià de Besòs, cuya explotación había cedido desde hacía 22 años a un gestor privado externo. La medida se ha hecho efectiva desde el pasado 2 de noviembre, pero no ha trascendido públicamente hasta este lunes, cuando el ‘conseller’ de Salut, Toni Comín, ha anunciado el cambio de estrategia adoptado.

La  atención domiciliaria continuada engloba al conjunto de recursos prestados a aquellas personas que presentan una autonomía limitada en el quehacer cotidiano, bien sea por motivos de dependencia, discapacidad, edad avanzada o porque su estado de salud precisa de un seguimiento continuo.

La asunción del servicio por parte del Institut Català de la Salut (ICS) viene acompañada de la incorporación de 40 nuevos profesionales interinos, que se suman a los 108 (46 médicos y 62 enfermeras) que ya forman parte de la plantilla. La nueva organización, que contará con la puesta en marcha de 12 vehículos, representará un coste de 2,4 millones de euros. Una cifra que, en palabras de Comín, “no cuesta más recursos al presupuesto público”, y sin embargo permite optimizar la calidad del servicio en tanto que se integra en el modelo de atención primaria.

INTEGRACIÓN

La iniciativa se enmarca en una de las principales líneas estratégicas del mandato, según ha expuesto el ‘conseller’: la de “reforzar el carácter público del sistema sanitario”. “Se trata de un cambio histórico, puesto que apodera a la sanidad primaria, mejora la calidad asistencial gracias a la integración operativa y tecnológica, y mejora su eficiencia”, ha destacado.

Comín ha descartado que la decisión de reasumir la titularidad pública de la atención sanitaria a domicilio tenga que ver con un descontento sobre la gestión de SARDomus, la empresa privada que prestaba el servicio hasta ahora. La voluntad de poner fin a la “isla” que, en este aspecto, representaba Barcelona en el modelo sanitario catalán, como ha sostenido la comisionada de Salud del Ayuntamiento de Barcelona, Gemma Tarafa, un impedimento para culminar la homogeneización del sistema en todo el territorio.

PROTOCOLO

El nuevo modelo no representará ningún cambio para el ciudadano, que deberá llamar al teléfono 061 de CatSalut Respon para requerir la prestación del servicio. En función de su estado de salud, el servicio destinará un doctor o enviará una ambulancia al domicilio del paciente. En cualquiera de los dos casos, la información de la atención sanitaria se integrará en la historia clínica compartida y en la Estación clínica de atención primaria, el programa de historia clínica informatizada al que tienen acceso la mayoría de los centros de atención primaria de la provincia de Barcelona.

También los médicos de cabecera recibirán alertas de la intervención realizada en el domicilio del paciente, pudiendo consultar las impresiones del facultativo que le ha visitado y las decisiones que ha adoptado. Otro agente integrado en este servicio son los servicios sociales de urgencia del Ayuntamiento de Barcelona, que de esta manera podrá determinar en qué situaciones se precisa de su intervención.

ATENCIÓN

La herramienta funcionará los días laborables, desde de las 19.00 hasta las 8.00 horas; los fines de semana, de 17.00 horas a 8.00 horas, y los festivos, las 24 horas del día. El centro que coordinará el nuevo servicio en la ciudad de Barcelona estará situado en el CAP Manso. Además, habrá dos puntos que centralizarán la flota de vehículos y los profesionales: el CUAP Manso y el CUAP Cuarteles.

De la nueva disposición del protocolo se han beneficiado los 380 pacientes atendidos por este servicio desde el pasado 2 de noviembre, según ha detallado el director del Servei Català de la Salut, David Alvirà. La mayoría de casos han estado relacionados con ancianos, personas con movilidad reducida, pacientes crónicos y enfermos con más de una patología.