ANOMALÍAS EVITABLES

Siete de cada diez españoles comen y beben demasiado en Navidad

Las mujeres ganarán hasta tres kilos de peso y los hombres casi cuatro

Los médicos alertan a los enfermos del hígado, del corazón y del páncreas

Cena navideña de empresa en el bar Ton de Barcelona. / ÁLVARO MONGE

Entre la semana que empieza el lunes 14 de diciembre y el próximo 7 de enero siete de cada 10 españoles habrá ganado peso a consecuencia del exceso con la comida y la bebida a que los inducirán las comilonas de los días navideños, más los ágapes de empresa, o con los amigos, que ya se han convertido en ineludibles. Las mujeres pueden sumar hasta tres kilos más a los que pesan hoy, y los hombres cuatro, siempre que no hayan adoptado medidas compensatorias que equilibren esas excesivas citas gastronómicas, advierte la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), que ha analizado el fenómeno.

Un informe realizado por la Sedca, que incluye una encuesta con 2.400 personas, indica que un 51% de ellos admitió sufrir molestias digestivas durante estas fiestas, y, un 34%, resaca a consecuencia del alcohol ingerido. "Esos excesos pueden conducir a trastornos de salud --afirma la doctora Pilar Riobó, especialista en Endocrinologíay Nutrición--. Durante 20 días se suceden gran cantidad de comidas copiosas que se exceden en grasas, sal, alcohol y calorías". El alcohol es el nutriente más calórico, después de las grasas, asegura Riobó.

Las claves de la noticia

  • Contar comensales.  Comprar la comida justa, calculada para los comensales que está previsto recibir en casa, es la mejor forma de evitar las sobras de comida sabrosa pero muy calórica que, por no tirarla, se degustará en los días posteriores. Esto implicaría prolongar varias jornadas un tipo de menú excesivamente graso. También será la forma de no gastar demasiado, una razón de peso.
  • Escoger el apio.  Ante una mesa repleta de deliciosos aperitivos, seleccionar aquellos que, sin dejar de ser apetitosos, sepamos que contienen menos calorías. Las barritas de apio y zanahoria son una buena elexcción en este caso, siemper que no se recubran con abundanmte salsa de queso roquefort. También es buena idea intercalar los bocados con medio vaso de agua, y dejar reposar el tenedor.
  • Evitar la obsesión.  Al afrontar las inminentes fiestas navideñas es importante evitar la ansiedad a causa de las amenazantes advertencias sobre lo calórico que es todo lo que nos ofrenerán en las mesas familiares. Darse un capricho, decidir "hoy como lo que quiero" es una saludable decisión, mucho más conveniente que la tortura mental. Siempre, eso sí, que después de ese día, se retome el compromiso de recuperar el peso excedido.   

Cada comida navideña proporciona, como mínimo, 1.100 calorías, a las que conviene sumar las aportadas por las bebidas alcohólicas, indica el informe de la Sedca. "Las necesidades calóricas diarias de una persona adulta oscilan entre las 2.000 calorías de las mujeres, y las 2.500 de los hombres: una sola comida navideña ya proporciona hasta el 60% de lo que se debería tomar en un día entero --añade--. Esta sobreingesta se repite y se acumula sin apenas gastar energía, ya que en fiestas se suele hacer menos ejercicio físico".

Al no cumplirse uno de los requisitos que marcaron esta tradición, el frío, esa abundancia de calorías se transforma directamente en grasa corporal, toxinas, colesterol y ácido úrico, lo que supone un serio peligro para los afectados por obesidad y los enfermos de hígado, páncreas o corazón, además de los diabéticos. Los servicios de urgencias de los hospitales atiendan hasta "un 20%" más de urgencias en los días navideños que en las semanas previas.

EVITAR EL AYUNO

Los especialistas proponen a sus pacientes recursos para evitar tanto desastre fisiológico, unas sugerencias que en ningún caso incluyen los ayunos, o el "saltarse" algunas comidas, ya que, indican, esto solo conduce a llegar hambrientos al siguiente ágape y multiplicar las consecuencias negativas. Las propuestas consisten en diseñar una dieta algo más baja en calorías de la que se toma habitualmente y acatarla, de forma rigurosa, los días en los que no esté programada una comida festiva. Se trata, resumen los endocrinólogos, de practicar una especie de "sumas y restas" dietéticas: suma en los días navideños, resta en las demás jornadas.

Otro truco fácil de aplicar es imponerse el "falso aperitrivo", que se tomará media hora antes de sentarse a un ágape que se prevé copioso. Ese aperitivo anticipado, por supuesto, siempre será una hortaliza o una verdura poco calórica. Media hora espués, es posible que se haya despertado el efecto "saciedad" y se sienta menos hambre de la previsible.